Después de convertir su primer smartphone en un digno competidor que plantó cara a las gamas altas de fabricantes totalmente asentados gracias a su cuidado hardware y diseño, un software en sintonía y un precio ajustado, OnePlus acaba de presentar el que ya es su tercer teléfono y con el que vuelve a dejarnos tan buenas sensaciones como con sus predecesores.
OnePlus es una de las nuevas marcas chinas que están apostando por ofrecer productos de calidad a bajo precio como principal rasgo. Fue fundada por un ex vicepresidente de Oppo en diciembre de 2013 y su primer su primer modelo, el OnePlus One llegó a España el pasado verano con un controvertido sistema de venta a través de invitaciones que no garantizaba que cualquiera pudiera adquirirlo.
El primero en llegar, el OnePlus One, fue una phablet con pantalla de 5.5 pulgadas, bien construida, utilizando buenos materiales, con un hardware a la última y una interesante propuesta de sistema operativo CyanogenMod basado en Android kitkat que lo hacía muy personalizable.
Con estos ingredientes y un precio que partía de los 269 euros, se le podía permitir la falta de ranura para tarjetas microSD, que la batería no fuera reemplazable, e incluso que no se subiera al carro de la carga inalámbrica o la resistencia al agua y polvo de algunos de sus rivales.
Un año más tarde, en verano de 2015 llegó el OnePlus 2, la esperada renovación cubría la expectativas que se habían creado tras el primer modelo. Esta vez, aparte de actualizar el hardware a lo más potente del momento, entre sus novedades destacaban un sensor de huella con muy buena respuesta y USB reversible, convirtiéndose en uno de los pioneros aunque se quedara en versión 2.0. Además, OnePlus 2 incluyó el botón Alert Slider que permite modificar los perfiles de las notificaciones sin necesidad de mirar la pantalla.
Esta vez el sistema operativo volvía a ser novedad y es que tras conflictos con CyanogenMod en determinados mercados, OnePlus optó por desarrollar su propio sistema operativo, Oxygen OS, el cual está basado en Android Lollipop y muy bien adaptado al hardware, resultando sencillo y eficiente gracias a posibilidades como gestos con la pantalla apagada, Dark Mode, el teclado SwiftKey o el control sobre el permiso de las aplicaciones.
El tercer integrante de la familia, el OnePlus X ha sido presentado convirtiéndose en el primer modelo que apuesta por una pantalla de 5 pulgadas tras la que se han encongido notablemente sus dimensiones, con unas especificaciones que siguen estando dentro de la gama alta (aunque sea del año pasado) y ya que solo habrá un versión con 16 GB de memoria interna, esta vez si podremos ampliarla mediante tarjetas microSD de hasta 128 GB.
De nuevo no veremos ni carga rápida ni carga inalámbrica.
Frente a la personalización basada en carcasas de los dos primeros modelos, en el OnePlus X habrá que elegir a la hora de la compra si prefieres la versión Onyx en cristal oscuro o Ceramic, una edición limitada que llegará más adelante. En cualquier caso, la calidad de materiales y construcción son notables, destacando un marco metálico con diecisiete microcortes que le dan un toque diferente.
Familia de smartphones OnePlus al completo
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| Análisis |
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