Enfrentamos al Snapdragon 835 con la anterior generación, ¿ha sido tanta evolución?

Con la nueva criatura de Qualcomm ya presentada de forma oficial, toca hacer lo mismo que con cada lanzamiento de un nuevo chip que promete revolucionar el mercado de los smartphones: bajar la euforia a nivel del suelo y comparar con otros datos de forma objetiva. Los procesadores móviles están evolucionando a muy buen ritmo pero, ¿permite ese mismo ritmo saltos muy notables entre generaciones?

Cuando se presentó el Snapdragon 821, el chip para la segunda mitad del pasado 2016 de Qualcomm, lo enfrentamos al Snapdragon 820 para ver la evolución. Con el Snapdragon 835 y todos los cambios que presenta sobre el papel realizaremos el mismo proceso.

Veamos, punto a punto, en qué ha evolucionado Qualcomm con respecto a la anterior generacion. Empecemos por lo más llamativo, la CPU.

2,45GHz y 1,9GHz

Ésa es la velocidad de reloj que el Snapdragon 835 pone sobre la mesa. Si tomásemos en consideración únicamente al Snapdragon 820, el chip de hace un año que se equipó en los principales terminales que aterrizaron durante el MWC de 2016, la evolución sería sensible. Pero si ponemos el listón en los 2,4GHz del Snapdragon 821, la percepción cambia y no se aprecia un aumento de potencia tan notable. Aunque las memorias caché se sitúan en 2MB y 1MB para la L2 de cada clúster.

Sobre todo teniendo en cuenta que en el 821 nos encontrábamos con un chip de 2,4GHz y 2,0GHz, siendo la velocidad mínimo de funcionamiento del procesador, la destinada a ahorrar energía, más alta aún que la del Snapdragon 835. Ahora nos encontramos con dos clústeres de cuatro núcleos Kryo 280, de acuerdo, y con una variación del Cortex A73 y no del Cortex A72, pero a nivel de velocidad de reloj, parecen dos gotas de agua.

Ahora es cuando entramos en conceptos variables como la gestión de energía, donde el Snapdragon 835 promete ahorrar un 25% sobre el modelo anterior, o en la capacidad para ejecutar aplicaciones de realidad virtual. Algo que, por cierto, ya veíamos en el Snapdragon 821 con su compatibilidad con Google Daydream pero que ahora se ha potenciado.

El core del Snapdragon 835 nos trae otra sorpresa extra y ésta tiene que ver con algo que poco a poco se va poniendo más de moda: la inteligencia artificial, el machine learning. El nuevo procesador de Qualcomm hace hincapié en su capacidad para ejecutar este tipo de aplicaciones, y puede que sí suponga un hito en cuanto a la evolución entre ambas generaciones. Por no hablar de la ejecución de apps Win32, algo que interesará a los usuarios de Windows 10 para móviles.

¿Y de la potencia gráfica qué?

Hemos llegado a ella, y nos encontramos con la GPU Adreno 540. En la anterior generación teníamos la Adreno 530, que corría a 626 MHz en el 820 y a 650 MHz en el 821. La nueva generación soportará OpenGL ES 3.2, Open CL 2.0 completo, Daydream, vídeo 4K Ultra HD Premium HDR10 e incluso trackeará nuestros movimientos.

Según Qualcomm, algo que tendremos que poner a prueba con sus correspondientes tests en cuanto el chip esté en producción, su GPU es capaz de renderizar los gráficos un 25% más rápido que en la anterior generación, ofrecer una mejor representación de color y soportar resoluciones 4K hasta 60fps. Aunque esto último no supone una auténtica novedad ya que lo podíamos encontrar en el Snapdragon 821.

Pero no sólo hablamos de ejecución de juegos sino también de control sobre las cámaras de los smartphones. Aquí es donde entra en juego el DSP, y Qualcomm ha colocado uno Hexagon que ya veíamos en la anterior generación pero que llega evolucionado. El ISP será también Dual y nos ofrecerá soporte para 32 megapíxeles, cuando en la anterior generación teníamos soporte sólo hasta 25 megapíxeles.

La conectividad, las memorias y la autonomía

Aquí sí apreciamos mejoras sensibles, como el hecho de que el Snapdragon 835 lleva la conectividad móvil hasta el LTE de categoría 16, con 1Gbps de descarga, frente a las categorías 12 y 13 soportadas por la anterior generación. También tendremos WiFi multi-gigabit 802.11ad, con hasta 4,6Gbps de velocidad máxima. La pena es que estas cifras no se aprovecharán en un teléfono móvil.

En cuanto a la memoria RAM soportada no hay apenas cambios, pues seguimos teniendo la LPDDR4x. Para la batería también hay noticias aunque, como hemos dicho ya multitud de veces, no todo es el procesador a la hora de gestionar la energía. El Snapdragon 835 promete, sin embargo, consumir un 25% menos de energía que el Snapdragon 821. Y si a eso le sumamos Quick Charge 4.0, la mejora parece ser notable.

¿Con qué cerramos? Con la tabla comparativa para que podáis ver, siempre con números y no con sensaciones, qué diferencia hay entre los tres chips que hemos comentado. Desde el Snapdragon 820 que inauguró el pasado año, hasta el Snapdragon 821 que llegó en la segunda mitad del año para mover, entre otros, el Pixel de Google, y cerrando con el reciente Snapdragon 835 que debe mover tanto el Galaxy S8 como el LG G6.

Snapdragon 835 vs Snapdragon 821 vs Snapdragon 820

En Xataka Móvil | Enfrentamos al Snapdragon 821 contra el Snapdragon 820, ¿en qué mejora la nueva versión?