Los fabricantes de teléfonos móviles han abrazado el marketing de los números con bastante fuerza, y en materia de fotografías parece que todo consiste en tener más cámaras que nadie. Y también en tener más megapíxeles que nadie. Es comprensible, al fin y al cabo los números son fáciles de vender aunque en realidad los megapíxeles importen bastante poco más allá de poder recortar fotografías o no.
En materia fotográfica hay cosas mucho más importantes que cuántos megapíxeles tienen tus fotografías. Está la calidad de las lentes, está el uso que se le dé a cada una de las cámaras e incluso está la calidad que imprimas a tu efecto de desenfoque, ya sea artificial o ejecutado usando varias de las cámaras disponibles. Pero un componente suele pasar muy desapercibido y no muchos lo conocen pese a ser absolutamente clave en tus fotografías. Hablamos del ISP.
ISP, el encargado de poner orden
Tomar fotografías digitales es un proceso bastante complejo que los teléfonos móviles han modernizado pero no han variado en exceso. Al final, intervienen los mismos componentes que en las cámaras tradicionales con la salvedad de que se invierte más en el desarrollo de los distintos procesadores que forman parte del proceso. Y uno de esos que recibe más inversión es el ISP.
Imaginemos que estamos haciendo una fotografía. Abrimos la app de cámara y entonces la imagen se previsualiza para que podamos enfocar y encuadrar correctamente, y disparamos cuando creemos que tenemos la toma correcta. Entonces el diafragma hace su trabajo, se abre el tiempo justo para obtener la luz necesaria y la información capturada pasa por el sensor, de ahí al ISP y acaba convertida en una imagen en formato JPG o cualquier otro que nuestro móvil soporte.
Si ya tenemos claro ese proceso, es conveniente que el ISP es el que pone orden en la mayoría de acciones que se toman durante la fotografía. El ISP es quien recibe del sensor fotográfico cada uno de los píxeles de la fotografía por cuadruplicado (luz roja, luz verde, luz azul, luz verde de nuevo según la matriz Bayer, o amarilla en los SuperSpectrum) y compone la imagen final en base a combinarlos todos. El ISP es el que combina todos los colores de cada uno de los píxeles para producir uno con el color exacto que quiere, para luego colocarlos todos en una matriz que será la fotografía final.
Pero no sólo hablamos de la captación de la imagen como tal, en bruto. El ISP también es el encargado de aplicar los algoritmos de reducción de ruido, es el que calcula el nivel de HDR a aplicar y también el que corrige la curvatura de las lentes súper grandes angulares y las de ojo de pez. Y si nuestro teléfono es compatible con la exportación de imagenes RAW (con los datos en bruto), el ISP es quien produce por un lado el RAW y por otro el JPG (o el formato definitivo que aplique).
ISPs independientes, personalización fotográfica extrema
Ahora que hemos visto qué es lo que hace el ISP podemos comprender mejor la importancia de contar en nuestro teléfono con un ISP de buena calidad. También de que éste contenga la programación adecuada, porque los algoritmos que generan las fotografías a partir de la información bruta del sensor también se personalizan y cargan en el ISP. Por eso un Samsung, un Xiaomi, un OPPO o un iPhone no producen la misma fotografía en las mismas condiciones. Ni aunque contasen con los mismos sensores y lentes.
Los ISPs son tan importantes que algunos fabricantes empiezan ya a tomar medidas en materia de personalización para competir en el mercado de forma tan agresiva. Dado que los ISPs se integran en el procesador, es lógico deducir que dos móviles diferentes con el mismo procesador compartirán ISP. De ahí que algunas marcas empiecen ya a optar por construir su propio ISP y llevarse el procesado fotográfico a un sitio único, protegido, patentado e independiente.
OPPO, por citar uno de los ejemplos antes mencionados, creó recientemente el chip MariSilicon X para sus OPPO Find X5. El MariSilicon X es, efectivamente, un ISP independiente. Gracias a este nuevo chip, OPPO controla al milímetro cada fotografía tomada con sus OPPO Find X5, y para ello construye un ISP a medida que le permita hacer exactamente lo que quieren hacer. Xiaomi hizo lo propio con el Mi Mix Fold y su nuevo chip Xiaomi Surge C1. De nuevo, un ISP propio. Un chip diseñado exclusivamente para manejar la fotografía, saltándose así el ISP Spectra del Snapdragon 888.
Así que además de introducir cada vez más cámaras o de jugar con los megapíxeles que ofrecen los distintos sensores, tal vez la próxima gran batalla fotográfica en el mundo móvil se libre en zonas más oscuras del teléfono. Batallas cosidas a la placa base y protagonizadas por estos chips tan importantes y a los que se da tan poca publicidad. O se le daba, porque a partir de ahora puede que comencemos a oír hablar de ellos con más asiduidad.
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