No quedan dudas de que el mejor colocado en la industria de fabricación de semiconductores es TSMC. El gigante taiwanés atraviesa un gran momento de forma con una cartera de clientes bastante amplia. Ahora, para este año, los chips de 3 nanómetros son los protagonistas aunque el rendimiento del proceso solo los asegura para Apple con unos plazos previstos que se están cumpliendo. También Qualcomm le ha hecho un encargo en el que peleará de tú a tú en los 2 nanómetros contra Samsung.
Estos son los frentes abiertos que la empresa con sede en Hsinchu tiene, en medio de una situación enrarecida por la confrontación comercial entre China y Estados Unidos. Mientras los norteamericanos proporcionan subvenciones para nuevas plantas de TSMC en su territorio, la firma está en una encrucijada en su país natal. La tensión internacional y la intención de China de invadir Taiwán ya han provocado algunas medidas en empresas como la propia TSMC y ASML. No es lo peor que les puede ocurrir.
El dominio en la fabricación de chips no trae tranquilidad a TSMC
Tras la retirada de Joe Biden como candidato a repetir la presidencia de Estados Unidos, las miradas se centran en Donald Trump, que pretende volver al poder unos años después. Hace unos días, el candidato republicano hizo comentarios sobre Taiwán y su situación con China: afirmó que el pequeño país insular debería pagar más para defender su territorio y evitó las preguntas sobre si lo apoyará en una probable invasión.
Esta comparecencia ha provocado ciertas consecuencias, con unas acciones de TSMC que han caído a pesar de la solidez comercial de la empresa. ¿Por qué? Esto de lo que hablamos no es baladí para la firma de semiconductores, mucho menos para sus inversores. Si bien TSMC registró la semana pasada un beneficio de 247.800 millones de dólares taiwaneses (equivalentes a 7.600 millones de dólares estadounidenses), y las expectativas para el tercer trimestre son aún mejores, mucho puede cambiar la situación si China decide invadir el país sureño.
El gigante taiwanés es proveedor de empresas como Nvidia y Apple, lo que le otorga unas perspectivas comerciales bastante halagüeñas. También en la innovación son punteros, gracias al avance en el proceso litográfico con maquinarias avanzadas de las que China no dispone. Recordemos que los fabricantes de chips chinos como SMIC, están usando equipos antiguos debido a las restricciones comerciales impuestas por EEUU.
Sea como sea, en TSMC también pueden estar tranquilos con la inteligencia artificial: el gasto mundial sigue aumentando y las empresas de Taiwán tienen una cuota de mercado del 90%, existiendo pocas alternativas a la citada empresa. Ahora bien, como decíamos, los crecientes riesgos políticos para TSMC no son nada desdeñables: aproximadamente, la capacidad de producción de la firma sigue concentrada en Taiwán en al menos un 80%.
Tras los comentarios de Donald Trump, la incertidumbre ha llegado a los inversores de la empresa taiwanesa. Aunque las acciones de TSMC alcanzaron un récord a principio de este mes, ya se están viendo afectadas por los movimientos políticos. Como leemos en Financial Times, el líder del partido republicano referenciaba a los acuerdos formales de defensa que Washington tiene con Corea del Sur y Japón, brillando por sus ausencias en relación a Taiwán.
Esto ha significado una bandera roja para los inversores, que ya estaban nerviosos por un posible conflicto militar entre Estados Unidos y China. Sea como sea, es poco probable que TSMC cambie su dominante posición en un corto plazo. Eso sí, las elecciones estadounidenses podrían determinar el camino de la industria de semiconductores, que ahora vive un momento crucial: la política tiene mucho que decir, y no solo los resultados financieros.
Vía | Financial Times
Imagen de portada | Composición con imágenes de Wikimedia Commons
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