No puede decirse que Samsung no esté poniendo suficiente empeño en la reestructuración de su catálogo de smartphones, o en el lanzamiento de nuevos productos. Con los Galaxy S9 por bandera, el año 2018 está siendo bastante intenso para los coreanos. Sobre todo con fabricantes como Huawei, Xiaomi u OPPO que no dejan de crecer. La competencia china está más fuerte que nunca.
Sin embargo, las cosas no pintan demasiado bien para Samsung en el segundo trimestre que concluyó al extinguirse junio. Las cifras publicadas por la compañía, todavía preliminares, invitan a pensar en una compresión de su división móvil y los mensajes de los analistas hablan de un Galaxy S9 que no funciona demasiado bien. De hecho, lo sitúan lejos de los Galaxy S que mejor rendimiento han dado a su creador.
El S9, a niveles del S3
Las cifras que los analistas ponen en negro sobre blanco hablan de que el Samsung Galaxy S9, aunque lo correcto sería hablar de la pareja, se sitúa a niveles de venta similares a los del Galaxy S3. Un teléfono que tuvo una gran repercusión pero que, aun así, no formó parte de los mayores picos de venta de la familia de teléfonos de Samsung.
En la historia de la línea de los coreanos ha habido dos teléfonos que han destacado notablemente sobre los demás. El Samsung Galaxy S4 supuso un auténtico hito tras el cual la línea comenzó una lenta recesión, y el Samsung Galaxy S7 recuperó de nuevo el pulso, iniciándose posteriormente el mismo modelo de caída.
Ni el S4 ni el S7 supusieron grandes revoluciones en cuanto a diseño o prestaciones, aunque podríamos hablar de la cámara del S7 durante horas. Pero sí se convirtieron en diseños consolidados que cuajaron entre el público. Algo que, por lo que parece, no está ocurriendo con el Samsung Galaxy S9. Un teléfono que ha sido considerado por muchos como un modelo de transición a la espera del Galaxy S10, hasta el punto de que el S8 sigue vendiéndose a buen ritmo. Sin embargo, es importante destacar que Samsung no ofrece el desglose de ventas de su catálogo por lo que los datos obtenidos proceden de analistas.
El empuje del frente chino, el éxito del iPhone X y el desgaste del diseño actual de los Galaxy S, los posibles motivos
Este descenso en ventas de los S9, y por ende de las cifras globales de Samsung, pueden deberse tanto a un desgaste del diseño o de la propia línea, como al éxito de su competencia. En un mercado global que se encogió el pasado año, si unos suben otros deben bajar. Y el empuje del frente chino puede estar limando ventas al actual líder del mercado móvil, Samsung. Lo que resta por ver es hasta dónde llegará esa competencia, y si veremos a Samsung apearse de ese primer puesto en un futuro cercano.
Porque los coreanos siguen líderes, y volvieron a firmar 80 millones de teléfonos en el último trimestre. Pero si los líderes de catálogo pierden peso entre sus hermanos, los beneficios globales caen (a 11.300 millones de euros) y saltan las alarmas. Veremos qué ocurre en los próximos trimestres, cuando los S9 sigan cayendo de precio y haciéndose más y más competitivos. Aunque tal vez la esperanza quede en un Galaxy S10, la décima generación y el décimo aniversario de los S, para devolver la línea a las portadas.
Vía | Reuters
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