Hemos comentado en más de una ocasión la importancia de los nanómetros en el desarrollo de la potencia de los procesadores, y también en su capacidad para gestionar la energía de los smartphones. A menor tamaño, menor calentamiento y más rendimiento, con menor consumo. De ahí que los constructores de chips se hayan embarcado en una carrera que quiere llegar a los 3 o 5 nanómetros en 2020.
TSMC, la competidora de Samsung ya expresó su deseo de llegar el próximo año con chips de 7 nanómetros, para tenerlos listos para producción en 2018. Samsung no quiere ir a la zaga y su intención es exactamente la misma. Con los 10 nanómetros recién aterrizados, el próximo Samsung Galaxy S9 podría llegar ya con un chip Exynos de 7 nanómetros, y no sabemos nada de los planes de Qualcomm.
Litografía ultravioleta extrema
Las declaraciones han llegado durante la presentación de cifras de Samsung, unas cifras que demuestran que el gigante surcoreano comienza a dejar atrás la crisis del Note 7 y recupera el crecimiento de trimestres anteriores. Durante las mismas, el responsable de la división de semiconductores de Samsung ha mostrado el interés de Samsung por un nuevo tipo de tecnología, y por convertirse en líderes gracias a ella.
Esta tecnología no es otra que la litografía ultravioleta extrema, una nueva técnica que espera lograr que los fabricantes reduzcan el tamaño de los transistores aún más gracias a sustancias químicas fotosensibles. Con un sistema muy parecido al que se utilizaba para fotografiar en la antigüedad, los fabricantes esperan poder lograr su objetivo empleando ondas de luz de pocos nanómetros de longitud. Concretamente, de 7 nanómetros.
Con la intención de TSMC de lograr esta técnica para este mismo año, la presión sobre Samsung es doble pues de sus avances dependerá que pueda seguir en la lucha por hacerse con los contratos de fabricación de los procesadores de Apple. La eterna pugna mantenida con TSMC en este sentido puede determinar qué cuota del mercado de procesadores dominarán en los próximos años.
Así que, con los 10 nanómetros sin haberse estrenado aún, y con un Samsung Galaxy S8 que monopolizará la producción del Snapdragon 835 de Qualcomm, los surcoreanos ya tienen un nuevo objetivo en mente de cara al año 2018. El Samsung Galaxy S9 podría contar con un chip Exynos de 7 nanómetros a pleno rendimiento, y quizá con un hermano Snapdragon que por el momento desconocemos.
Vía | PhoneArena
En Xataka Móvil | Las consecuencias del retraso del Galaxy S8: sus competidores tendrán que conformarse con un chip de 2016
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