Los sensores biométricos y su utilidad es algo que siempre ha estado presente en nuestras divagaciones alimentado por numerosas representaciones en la ciencia-ficción. Pero desde hace unos años este campo ha experimentado una mejora muy real hasta habernos habituado al uso de sensores de huellas en nuestro día a día. De cara al futuro, ¿tiene cabida seguir con la huella digital o compensa mejorar otros campos en el reconocimiento por biometría?
Ayer hablábamos del uso de móviles con guantes, algo que salvando excepciones hemos hecho con unos guantes adaptados a pantallas capacitativas y que al parecer desde Apple y otros fabricantes pretenden cambiar. Pero esto choca contra aspectos como el desbloqueo por huella dactilar teniendo que recurrir al código, patrón o a desactivar el desbloqueo seguro, y es ahí donde pueden ser clave otras alternativas ya existentes pero poco extendidas.
La cara es el espejo del alma y toda una fuente biométrica
Aunque el frío hará que nos cubramos mayor superficie según nuestra sensación térmica y la latitud, normalmente cubrimos mucho antes las manos que las orejas. En este sentido los pabellones auriculares y su específico patrón por persona sí representarían una ventaja al uso de las yemas de nuestros dedos si éstos permanecen cubiertos e impiden el reconocimiento.
No en vano, hace meses que llevamos viendo distintas iniciativas en pro de que desbloqueemos el terminal mediante la lectura de la forma de nuestro oído externo. Concretamente fueron por parte de Yahoo con Bodyprint y Amazon, mostrando la efectividad de esta lectura en el caso del trabajo de Yahoo Labs (del 99,2%), algo que ya se vio en un estudio en 2010.
No obstante, de momento está en una fase inicial y no ha dado el salto a los dispositivos de consumo, algo que sí ha ocurrido con el escáner de retina. Los últimos en incorporarlo han sido los últimos tope de gama de Microsoft, los Lumia 950 y 950 XL, en cuyo caso funciona con el software Windows Helloel cual ya vimos cómo funcionaba en una fase inicial desde un ordenador.
Nuestros ojos en el punto de mira
En el caso de los terminales se trata como decíamos del reconocimiento del iris, que pueden realizar gracias a que incluye dos cámaras específicas para esta función: una para tomar una foto de los ojos del usuario y otra de infrarrojos. Así, en el desbloqueo actúan estas dos cámaras, de modo que la información obtenida se compara con la almacenada en menos de dos segundos, y según explican en Windows Central el sistema da mejores resultados en ambientes oscuros.
Se trata del sistema Asymmetric key cryptography, el cual existe desde hace años y en el que se basan otros dispositivos de la compañía como la Microsoft Kinect. De hecho, si atendemos al sistema de desbloquear por iris, otras compañías lo incorporaron antes que Microsoft. Ejemplos de ello son Fujitsu con el NX F-04G (disponible en Japón), el Vivo X5Pro, el ZTE Grand S3, el Alcatel Idol 3 y el UMI Iron.
En tres de estos casos (los modelos de ZTE, Vivo, Umi y Alcatel) se trata de un trabajo en conjunto con EyeVerify, siendo el ZTE Grand S3 el primero en incorporar este sistema llamado Eyeprint ID. En este caso se basa en la identificación del patrón de los vasos sanguíneos del globo ocular mediante la cámara frontal. Fujitsu, por su parte, desarrolló su propia tecnología y, como ocurre con la de Microsoft, también recurre a los infrarrojos y según aseguran es efectiva a una distancia de hasta 22 centímetros.
Eficacia sin olvidar la seguridad
Como hemos visto, salvando Microsoft, de momento han sido pocos fabricantes y más bien minoritarios (a veces locales) los que se han atrevido a lanzar al mercado dispositivos que ya incorporen esta tecnología. Pero aunque de rumores no vive el usuario, LG y Samsung están sonando como los próximos en incluir sensores biométricos oculares en sus próximos buques insignia. En el caso de LG, se habla de un trabajo en conjunto con Irience, fabricante de dispositivos de reconocimiento de iris.
Lo importante es que se trate de un sistema seguro y que haya una buena gestión de la información de nuestras identificaciones corporales. Ya vimos que en el caso del procesamiento de huellas podría ser algo mejor, y desde Microsoft de hecho enfatizan que no se almacena ninguna imagen del rostro o el iris y que todo el proceso ocurre de manera local, sin que la información salga fuera del dispositivo.
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