En el mercado hay cierto caos con las versiones de Android disponibles, y no hablamos sólo sobre las distintas versiones del propio Android, que actualmente tiene a Oreo encabezando el listado de últimos lanzamientos, sino a las distintas variantes del propio sistema operativo. El Android clásico convive ahora con Android One, y desde hace poco también con Android Go. Versiones, versiones y más versiones.
El propio sistema operativo adolece, además, de una falta de publicidad palmaria que hace que multitud de usuarios piensen que las propia capas de los fabricantes son Android, y no personalizaciones de éste. Así que vamos a tratar de arrojar un poco de luz en este descontrol y definir qué es exactamente cada versión de Android que se encuentra en estos momentos en circulación. Spoiler: todos son el mismo Android. O casi.
Android stock, el que inunda el mercado
Ésta es la versión de Android que existe desde siempre, la que nació de forma independiente y fue comprada por Google, y la que se ha desarrollado hasta el día de hoy. Una versión que, al contrario que sus hermanas, permite que el fabricante coloque personalizaciones por encima. Lo que conocemos por capas, que muchos usuarios identifican erróneamente con el propio Android.
Android es el sistema operativo que tenemos cuando compramos un teléfono de Huawei, uno de Sony, uno de LG o un Samsung Galaxy. En los Xiaomi, pese a que la capa de éstos sea más un fork que una capa como tal. Es decir, la personalización es tan agresiva que puede llegar a considerarse un sistema operativo nuevo, pero no. Android es el sistema operativo que hace que todo el ecosistema de teléfonos móviles bajo su paraguas acepte, entre otras cosas, las aplicaciones de su tienda común: Google Play Store.
Algunos fabricantes optan por instalarlo casi sin personalizaciones, o directamente limpio. Tenemos ejemplos de teléfonos así, como los bq o los Motorola, dispositivos cuyo sistema guarda tremendo parecido dado que se trata de un Android casi puro, tal y como Google lo diseña. Como el montado en los Google Pixel, aunque Google juega con ventaja y personaliza algunas partes sólo para sus terminales, diferenciándose así de la versión de stock o AOSP.
La versión de Android normal no tiene apenas limitaciones. Puede instalarse en todo tipo de configuraciones, puede personalizarse de forma extrema o no y su mantenimiento corre a cargo del fabricante del propio teléfono. Google provee el sistema y cada constructor lo adapta a su manera y a su velocidad. De esta forma de funcionar parte el gran problema de Android, aunque no sea realmente gran grande: la fragmentación de versiones. Aunque para suavizar esto nació Project Trebble.
Android One, así debería funcionar Android siempre
Android One es un programa de Google que está en marcha desde el año 2014, así que se encamina hacia su cuarto cumpleaños. Android One nació como un programa para facilitar que el sistema operativo pudiese ejecutarse de forma más fluida en dispositivos con menos potencia, y eso lo consiguió gracias a su gran premisa: se trata de un sistema casi puro.
Mientras que la versión corriente de Android permite que los fabricantes lo personalicen tanto como quieran, Android One "obliga" a quienes se adhieren al programa a no tocar apenas el sistema operativo. La experiencia de Android One se parece muchísimo a la de Android stock gracias a eso, aunque Google permite que haya algunos añadidos, como aplicaciones de cámara personalizadas y demás.
En el mercado encontramos ya con regularidad algunos teléfonos con Android One. Como el Xiaomi Mi A2, el Nokia 5.1 y muchos más. O incluso el bq Aquaris A4.5, uno de los primeros en llegar a estar en circulación. Todos ellos con una versión de Android tan pura que es casi indistinguible de la versión de stock, pero con el mismo problema de base que el Android clásico: las actualizaciones.
Los teléfonos con Android One requieren de menos ajustes a la hora de actualizar dado que la personalización es mucho menor, pero aún así dependen de los distintos fabricantes. Google sigue facilitando el código original y cada constructor lo adapta. Aún así, el ritmo de actualización de los teléfonos Android One es bastante más alto que el de los teléfonos con Android clásico, y eso es siempre de agradecer.
Android Go, el último en llegar y el menos exigente
Android Go llegó en 2017 y se convirtió en la apuesta real de Google para ofrecer su sistema operativo para teléfonos con poca potencia. Y cuando decimos poca, es poquísima. La gran característica de Android Go es que ha sido diseñado para potenciar teléfonos de línea de entrada y llega con limitaciones: nada de instalarse en teléfonos con más de 1GB de RAM.
Podríamos decir que Android Go es la respuesta de Google a los sistemas operativos que se emplean ahora en los "feature phones" o teléfonos móviles de toda la vida, como el caso del YunOS que llegó a bordo de los Nokia 3310. Así, Google aspira a adherir estos teléfonos más sencillos a su ecosistema, y a mejorar la experiencia de uso en ellos para fomentar que Android se siga expandiendo.
El Samsung Galaxy J2 Core, por ejemplo, ha sido uno de los últimos teléfonos en incorporar Android Go, y el primero de Samsung, por lo que no podrá tener capas ni personalizaciones de ningún tipo. Google quiere controlar la experiencia de uso al detalle así que Android Go será completamente puro hasta el momento en que Google decida lo contrario.
Android Go no sólo es el sistema operativo de Google más optimizado para teléfonos de línea de entrada, también tiene aplicaciones "propias", aunque podremos usarlas lejos de su sistema. Google va desarrollando su suite para teléfonos con poco hardware y le va colocando el mismo apellido. Youtube Go, por ejemplo, ya está en circulación y basa su experiencia en un consumo mínimo de recursos y datos, tanto móviles como a través de WiFi.
En principio, Google se encargará directamente de las actualizaciones de los teléfonos con Android Go, sin que el fabricante tenga que intervenir para nada. Será, por tanto, lo más parecido a la experiencia de los Pixel, o de los antiguos Nexus, pero lejos de la marca de la gran G.
Así pues, aquí tenemos los tres sistemas operativos que Google tiene ahora mismo en marcha en el ecosistema móvil, al menos hasta que Fuchsia haga su aparición. Tres sistemas virtualmente idénticos pero con sus diferencias, algunas de ellas tan fundamentales como las que separan a Go de sus dos hermanos mayores. Pero recordad, todos son Android.
Grosso modo:
- Android stock: para todos, personalizable.
- Android One: para todos, personalizar aspectos puntuales como la cámara.
- Android Go: para teléfonos con 1GB de RAM o menos, no personalizable
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