Todo en la vida tiene un final y para el Chromecast de primera generación, ya ha llegado. Al menos oficialmente y en lo que se refiere a soporte por parte de Google. Todo ello tras una década desde su lanzamiento.
Sin embargo, no todas las despedidas tienen por qué ser tristes. Que Google vaya a dejar de dar soporte al Chromecast original no quiere decir que se vaya a convertir en un trasto inútil. Tiene ahora más posibilidades de quedarse obsoleto, sí, pero aún le puede quedar vida.
Lo que implica que Google deje de dar soporte al Chromecast
Si tienes un modelo de Chromecast de 2013, que es el de primera generación, habrás podido comprobar que su última actualización fue en noviembre con la versión 1.36.1529268. El pasado mes, se actualizó su página de soporte en Google con una nota que, traducida al español, reza así:
"El soporte para Chromecast (1.ª generación) finalizó, lo que significa que estos dispositivos ya no reciben software ni actualizaciones de seguridad, y Google no brinda soporte técnico para ellos. Los usuarios pueden notar una degradación en el rendimiento."
No hace falta mucha más explicación al haber sido Google tan clara con su explicación. No recibirás más actualizaciones en este Chromecast. De ningún tipo. Ni parches de seguridad, ni optimizaciones del sistema para mejorar el rendimiento y ni siquiera corregir posibles problemas técnicos o bugs que se experimenten.
No vamos a negar la obviedad y menos cuando desde Google lo dicen: es posible que funcione mal a partir de ahora y que no tengas remedio para ello. Y no es tanto porque Google vaya a deteriorarlo a propósito, sino por cuestiones más que evidentes en un hardware que tiene ya una década a sus espaldas y con la consecuente medida de que Google se olvida de ellos.
Aún puedes seguir usándolo con plena normalidad
No seremos en Xataka Móvil los que te digamos que tires tu viejo Chromecast. Si acaso te pediríamos reciclarlo en un punto limpio si es tu decisión. Ahora bien, si el dispositivo aún te funciona, no tiene por qué cambiar nada. Pese a lo comentado anteriormente, aún puedes tratar de exprimir al máximo sus funcionalidades porque haber perdido su soporte no hará que se inhabilite de forma repentina.
A día de hoy, se puede seguir ‘casteando’ con ellos. Es decir, pasar contenido del móvil al televisor en el que tienes conectado el Chromecast. De acuerdo a los requisitos que marca Google, tan sólo deberás tener un móvil o tablet Android que tenga Android 8.0 Oreo o una versión posterior, así como un iPhone o iPad con iOS 15 o una posterior. Teniendo en cuenta que ya vamos casi por Android 14 y iOS 17 y la cantidad de dispositivos compatibles con versiones que estén en ese margen, tampoco por ese lado tendrás problemas.
Son por tanto muchas las posibilidades que sigue aportando un Chromecast, aunque sea ese modelo de primera generación. Desde ver tus propios vídeos o de plataformas de streaming hasta jugar a videojuegos aprovechando el mayor tamaño de la pantalla de la tele.
Cabe decir en cualquier caso que, si piensas en renovarlo tal y como te contaremos a continuación, siempre podrás quedarte este viejo Chromecast para otras estancias que no sean la principal en la que consumes contenido. Incluso para una segunda residencia.
Hay alternativas a tu Chromecast sin salir de Google
Pese a que existen opciones como los Amazon Fire TV o aparatos como los Apple TV, lo cierto es que sigue habiendo opciones de la propia Google si tu viejo Chromecast empieza a funcionar mal o sencillamente quieres algo más nuevo.
Aquí tenemos dos opciones claras: los Chromecast con Google TV y los TV Box con Android TV. En ambos casos proporcionan un sistema operativo completo para tu televisor que realmente es Android TV en ambos casos, dado que al final Google TV no deja de ser un launcher con recomendaciones y otras particularidades visuales. Y como sucede con el Chromecast original, dará igual si tu tele es ‘tonta’ o si tiene algún sistema operativo propio.
Respecto a los primeros, nos encontramos con dos modelos, el Chromecast con Google TV HD y el Chromecast con Google TV 4K. Evidentemente, la diferencia está en la resolución y en el precio, siendo el modelo 4K más caro. El HD está en torno a los 35 euros y el 4K en unos 60 euros. No obstante, son productos muy dados a rebajas, por lo que puede que lo encuentres incluso por menos.
Si hablamos de los TV Box con Android TV, aquí el abanico de precios es más amplio, pudiendo encontrar diferentes opciones en función del almacenamiento y resolución, así como diferentes mandos (esta es otra particularidad que también tienen los Chromecast con Google TV). Eso sí, viendo lo sucedido en los últimos tiempos con el malware, trata de que sea de un fabricante confiable.
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