Hace unos días se estrenó 'Oppenheimer', la nueva cinta de Nolan que está causando sensación tanto por las actuaciones como por el nivel audiovisual. Aparte de su bonita rivalidad con 'Barbie', la película nos está dejando noticias tan interesantes como que el software de un Palm de hace 21 años es necesario para disfrutar la experiencia en salas IMAX de 70 mm.
Sin embargo, también nos ha hecho preguntarnos cosas. Y es que... ¿sobreviviría un teléfono móvil a la explosión de una bomba nuclear? Hemos estudiado lo que le ocurriría a los móviles, pero ojalá nunca tengamos que experimentarlo: las masacres nucleares de Hiroshima y Nagasaki deberían servirnos como dura reflexión.
Primero, las presentaciones. Así fue la bomba de 'Oppenheimer'
Bombas nucleares hay muchas y, además, de muchos tipos. De hecho, solemos meterlas todas en el mismo saco y es un error porque las hay de fusión y de fisión, y con algún tipo más dentro de esas categorías. Para esta teoría, nos vamos a centrar en las primeras pruebas de armas nucleares por parte de los estados Unidos, la prueba Trinity.
La bomba que detonó en estos ensayos fue muy similar a la que más tarde se usó contra Nagasaki, la conocida como 'Fat Man'. El 16 de julio de 1945 a las 5:29, 'Gadget' cayó desde una torre a una altura de unos 30 metros. Fue la primera detonación nuclear y, aunque se hicieron simulaciones y pronósticos, en las predicciones se hablaba de la destrucción del estado de Nuevo México o hasta de la incineración del planeta.
Ese era un escenario remoto, pero estaba en el aire. Los resultados, sin embargo, eran inimaginables. Unos meses antes, para calibrar los instrumentos y prepararse, se detonaron 100 toneladas de TNT. Sin embargo, la explosión de 'Gadget' fue equivalente a 19.000 toneladas de TNT. Inmediatamente, la explosión causó un cráter de metro y medio de profundidad y 80 metros de ancho en el lugar de la detonación.
Se dice que la onda de choque se sintió a 160 kilómetros de distancia. Se convirtió la noche en día y localidades a 200 kilómetros de distancia pudieron sentir de un modo u otro la explosión, aunque sin efectos de ningún tipo. En el punto de la explosión, y con un radio de 300 metros, el calor provocó que la arena se fundiera en una especie de vidrio verde llamado trinitita y, de hecho, en el punto de la explosión se encuentra un monumento de ese material.
Ante una explosión nuclear, da igual que tu móvil sea un Nokia 3310
Pero bueno, hechas las presentaciones de 'Gadget', y casi de 'Fat Man', vamos con las consecuencias para nuestros móviles. Lo primero es que, aunque Gadget y 'Fat Man' compartían tecnología, la primera se lanzó a una altura de 30,5 metros y la segunda a unos 500 metros, por lo que al poder destructivo hay que sumar que estuvo varios segundos en caída libre.
En el momento de la explosión, murieron entre 35.000 y 40.000 personas. La cifra subió debido a las heridas y leucemia provocada por la radiación, pero en el acto, fueron esas 40.000 personas. Se estima que la explosión tuvo un radio de 1,6 kilómetros que arrasó la mitad de la ciudad y, ahí, el móvil no habría sobrevivido. También te habría dado exactamente igual, la verdad.
Los componentes del móvil se habrían abrasado, pero pongamos que, físicamente, el dispositivo pasa el test y sobrevive. ¿Seguiría funcionando? Aquí hay que tener en cuenta que una explosión nuclear tiene varias consecuencias, entre ellas el impacto radioactivo y el mecánico.
El mecánico es el directo, el calor o los sismos producidos por el propio impacto. Si el móvil se encuentra a una distancia que permita que salga intacto, puede que siga funcionando, pero seguramente no tendrá cobertura porque es probable que el radio de acción de la explosión se haya llevado por delante alguna antena, repetidores varios o hasta centrales de comunicaciones.
De hecho, hay un movimiento de vaivén debido a las altas presiones provocadas por el enfriamiento y calentamiento del aire de los alrededores que terminaría por derribar alguna pieza de equipo necesario para que tengamos cobertura. Así que, solo los efectos del impacto, ya nos dejarían con el móvil intacto, en el mejor de los casos, pero sin cobertura.
Por otro lado está la radiación, que se manifiesta de muchas maneras al liberar tal cantidad de energía, pero con una consecuencia que freiría nuestros móviles, antenas y cualquier aparato: los pulsos electromagnéticos. Esto destruiría cualquier tipo de equipo electrónico, pero incluso si no está en el radio de acción, esa ionización del aire impediría el flujo de ondas electromagnéticas y las antenas quedarían inservibles.
Es decir, ni por los efectos mecánicos ni por los radioactivos, el móvil serviría para algo en una explosión nuclear, pero vamos un poco más allá: si el móvil, las antenas y nosotros sobrevivimos a la explosión, no podrías comunicarte porque, seguramente, las redes habrían colapsado.
Hace no tanto tiempo, en Nochevieja había problemas para que llegaran SMS y hacer llamadas debido a la congestión de la red, imagina si todo el mundo en una situación así estuviera intentando llamar a seres queridos o equipos de emergencia. Por no hablar de agencias de periodismo, etc. De hecho, en los atentados de la maratón de Boston de 2013, las redes se cayeron por esto mismo, y no es un evento remotamente similar a una explosión nuclear.
Así que, el móvil serviría antes de un ataque nuclear, mandando mensajes de alerta a los ciudadanos (como la falsa alarma que desató el caos en Hawái en 2018), pero tras la explosión, si no se ha frito por el calor, sus componentes electrónicos habrán dejado de funcionar. Y si el móvil está operativo, seguramente las antenas y repetidores no lo estén. Y si sigues vivo, la red estará congestionada, así que lo mismo te da.
Pero bueno, afortunadamente, esta pregunta de si sobreviviría un móvil a una bomba nuclear solo es curiosidad, ya que el escenario político actual no permitiría que se lance uno solo de estos misiles. Bueno, si no queremos irnos todos al otro barrio, claro está, ya que lanzar una sola cabeza provocaría un efecto dominó en el que todos los países, con Estados Unidos y Rusia a la cabeza, lanzaran su armamento provocando el 'overkill' -aniquilación total- en el planeta. Y esperamos que no haya nadie tan loco porque ahora las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki son juguetes al lado de monstruos como la 'Bomba del zar'.
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