Vodafone ha presentado hoy "The Connected Consumer 2030", un informe en el que predice cómo la conectividad ayudará en la próxima década a combatir el impacto del cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales, así como a favorecer la independencia en las personas mayores y la medicina preventiva.
Para ello, el estudio explora varias tecnologías clave, como las ciudades y el transporte inteligentes, que estarán muy presentes de aquí al año 2030 (cuando se estima que estará listo el 6G). Incluso habla de océanos conectados y wearables controlados con el pensamiento. Te contamos sus conclusiones más curiosas.
El futuro es controlar a Siri, Alexa y Google Assistant con el cerebro
El informe ‘The Connected Consumer 2030’ (CC2030) presentado hoy por Vodafone -en colaboración con The Future Laboratory- asegura que, en los próximos 10 años, los hogares estarán equipados con dispositivos que monitorizarán la salud de forma proactiva y podrán diagnosticar enfermedades. Con ello, se favorcerá un modelo de atención sanitaria preventiva que, según el estudio, podría ahorrar al sector hasta 39.000 millones de euros al año.
Por ejemplo, los espejos del baño podrían contar con sensores que comprueben el flujo sanguíneo y los cambios anormales en el color de la piel para detectar así una posible enfermedad. Y los altavoces inteligentes serían capaces de pedir automáticamente una receta al identificar sonidos como la tos y los estornudos. Además, los wearables podrán evaluar la hidratación, el azúcar en la sangre y la presión arterial para evitar problemas de salud crónicos antes de que aparezcan.
Las previsiones estiman que, en 2030, habrá 125.000 millones de dispositivos conectados aen todo el mundo y que éstos estarán mucho más integrados en la vida de las personas. De hecho, el informe sugiere que los wearables darán un paso más allá del control por voz y serán capaces de interactuar directamente con nuestros pensamientos.
De esa forma, en lugar de responder al sonido, detectarán las señales que el cerebro envía automáticamente a la boca cuando pensamos palabras y podremos dar órdenes a los asistentes inteligentes sin tener que hablar. Esto, afirma el estudio, abre la puerta a un futuro sin pantallas o a un metaverso en el que la comunicación con los dispositivos se produce a través de redes neuronales, permitiéndonos, por ejemplo, tomar notas mentales.
Vehículos autónomos y naturaleza conectada
Hacia el final de esta década, el estudio de Vodafone predice que incorporaremos conectividad a los árboles, las praderas e incluso los océanos, para supervisar así el impacto de los planes contra el cambio climático y evaluar las posibles amenazas. En este sentido, Vodafone ya está investigando cómo la tecnología Narrowband-IoT (NB-IoT) puede monitorizar el crecimiento de los árboles.
Con los datos recopilados, las ciudades inteligentes podrían identificar y reutilizar el exceso de energía para redistriburila a los hogares o espacios públicos. Además, el estudio predice que se desarrollarán herramientas para ayudarnos a tomar decisiones más conscientes, como unos "certificados de nacimiento" digitales que muestren el origen, los movimientos y la huella medioambiental de los productos.
Otro aspecto que aborda el informe es cómo los medios de transporte autónomos e inteligentes transformarán nuestra forma de movernos. No sólo serán más ecológicos y silenciosos, sino que también contarán con hologramas inmersivos para mostrar publicidad y ofrecerán a los pasajeros la opción de controlar su viaje a través de sus dispositivos personales para personalizar su experiencia (turismo, trabajo, ocio...).
El resultado de todo esto que los datos personales se convertirán en una moneda que las marcas tendrán que pagar u ofrecer a cambio de una experiencia mejorada.
Más información | "The Connected Consumer 2030"
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