Sísifo subía la piedra a la montaña cada día y ésta volvía a caer cada noche. El mito del eterno retorno, el ciclo del infinito o, como decía Camus, la ejemplificación del trabajo inútil o que no tiene ninguna esperanza. En el mundo de la tecnología hemos tenido ya varios casos similares, modelos que se prueban una y otra vez y no terminan ni de triunfar ni de extinguirse, y uno de ellos es el de los móviles modulares.
Motorola lo llevó hasta cotas muy avanzadas gracias a un Project Ara que acabó bajo el techo de Google, cuando la primera fue adquirida por la segunda, y posteriormente desmantelado. LG lo logró en cierta manera con los módulos para sus teléfonos LG G, pero también fracasaron. Ahora parece que es Xiaomi el que experimenta con ellos, y la primera muestra llega a través, cómo no, de una patente.
Una pantalla que se desmonta y sigue funcionando
Recordemos que el hecho de patentar algo no significa que vaya a convertirse en una realidad palpable en un futuro cercano o lejano. Los fabricantes experimentan con distintos métodos para lograr su fin, y cuando encuentran un método que no ha sido probado anteriormente lo blindan. Tal vez sea esto lo que ha ocurrido ahora con Xiaomi pues, en su intento por llegar a lograr un teléfono modular, ha patentado uno al que se le puede quitar la pantalla.
La patente ha sido registrada ante la CNIPA, la oficina de patentes de China, y bajo el nombre de "teléfono de dos componentes". En la documentación, así como también se ve en la recreación de LetsGoDigital, puede observarse cómo el fabricante chino ha ideado un método por el que poder "quitarle" la pantalla a un teléfono móvil y, aparentemente, que se pueda seguir usando sin él.
Según parece, la pantalla podría funcionar sin el teléfono acoplado
En la patente puede observarse cómo la pantalla cuenta con una serie de pines magnéticos en la parte trasera que sirven para adherirse al frontal del teléfono móvil en cuestión, de forma que detecta cuándo está ensamblada y, en teoría, activa distintas funcionalidades. El hecho de que la pantalla funcione, aparentemente, sin el teléfono conectado hace pensar que la propia pantalla lleva una unidad de procesamiento interna para cubrir diversas funcionalidades.
Por el diseño mostrado en la patente, el teléfono cuenta con una cámara frontal en el propio cuerpo que queda tras la pantalla cuando ésta se ensambla. Suponemos que la pantalla contará con algún grado de transparencia en dicha zona para mantener la cámara en uso con el módulo acoplado. Sea como fuere, volvemos a recordar que se trata de una patente y que tal vez la línea de investigación de Xiaomi acabe muriendo en este punto. Aunque el fabricante chino ha puesto en circulación antes experimentos que parecían vías simplemente experimentales, como el Mi MIX Alpha, por citar el más reciente.
Vía | Gizmochina