Aunque los rumores y filtraciones en torno al Galaxy A31 comenzaron a principios de año, fue a finales de marzo cuando Samsung decidió lanzar oficialmente su nuevo modelo de gama media, que aterrizó en el mercado tres meses después para continuar la saga iniciada por el Galaxy A30 y seguida por el Galaxy A30s.
El Samsung Galaxy A31 mantiene algunas prestaciones de su antecesor, como la pantalla AMOLED o la carga rápida de 15 W, pero mejora otras muchas otras, como la batería de 5.000 mAh o la cuádruple cámara trasera. Todo ello, por menos de 300 euros. Veamos cómo se comporta en cada uno de los apartados.
Ficha técnica y características del Samsung Galaxy A31
A continuación os dejamos con una tabla con las características del A31:
SAMSUNG GALAXY A31 | |
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PANTALLA | Super AMOLED de 6,4 pulgadas |
PROCESADOR | Octa Core (Dual 2 GHz + Hexa 1,7 Ghz) |
MEMORIA RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO | 64 GB + microSD |
CÁMARA TRASERA | 48 MP f/2.0 |
CÁMARA DELANTERA | 20 MP f/2.2 |
BATERÍA | 5.000 mAh con carga rápida 15W |
SISTEMA OPERATIVO | Android 10 con One UI 2.0 |
CONECTIVIDAD | 4G/LTE, WiFi ac, Bluetooth, NFC, USB-C, jack 3,5 mm |
OTROS | Lector de huellas bajo la pantalla |
DIMENSIONES Y PESO | 73,1 x 159,3 x 8,6 mm |
PRECIO |
Samsung Galaxy A31 - Smartphone 6.4" Super AMOLED (teléfono 4GB RAM, 64GB ROM), Negro [Versión española]
Cómodo en la mano, agradable a la vista
El Galaxy A31 presenta un cuerpo de policarbonato con un diseño geométrico en la parte trasera y un acabado brillante. La unidad que hemos probado era la de color Prism Crush Black (negro), y hemos de reconocer que resulta un imán para las huellas y la suciedad en general. Al margen de eso, este dispositivo presenta un grosor de apenas 8,6 mm y un peso de 185 g, cifras que para un teléfono de 6,4 pulgadas con batería de 5.000 mAh no están nada mal.
Eso, sumado a sus esquinas redondeadas y a una ligera curvatura en la parte posterior, hace que resulte muy cómodo cuando lo sostenemos en la mano e incluso da la sensación de que pesa mucho menos y es bastante más fino. Eso sí, es bastante resbaladizo, por lo que hay que extremar las precauciones. Tanto el botón de encendido como el control del volumen están situados en el lateral derecho, mientras que el borde izquierdo queda reservado para la ranura de tarjetas, y el inferior, para puerto USB-C, la toma de auriculares y el altavoz.
La zona trasera es completamente lisa, salvo por el módulo de la cámara, que está ubicado en la esquina superior izquierda y que apenas sobresale del cuerpo. La parte delantera está dominada por la pantalla Infinity-U de 6,4 pulgadas, que hace un buen aprovechamiento del frontal gracias a ese discreto notch en forma de "u" y a unos marcos que, salvo el inferior -algo más grueso- son bastante ajustados.
Hablamos de un panel Super AMOLED con resolución FullHD (2.400 x 1.080 píxeles) que, para el día a día, ofrece una buena experiencia de visualización, incluso en ángulos forzados y en exteriores gracias a un brillo máximo y un nivel de contraste bastante aceptables. Además, a diferencia de lo que nos sucedía en el Galaxy M31, el tratamiento oleofóbico de la pantalla es muy efectivo. Tampoco encontramos pegas en la respuesta táctil y en el comportamiento del brillo automático.
Mención especial se merecen las opciones de personalización que ofrece Samsung One UI para la pantalla, que nos permiten, por ejemplo, programar el modo oscuro según nuestra ubicación, ajustar el balance de blancos y aumentar la sensibilidad táctil si vas a ponerle un protector.
En cuanto al sonido que proporciona este Samsung, podemos concluir que, sin ser una maravilla, entra dentro de lo esperado para un teléfono de este rango de precio, tanto en lo que respecta al altavoz como con los auriculares que trae de serie. Cierto es que dicho altavoz no destaca por un volumen muy elevado y que distorsiona un poco cuando lo subimos por encima del 80-85%, pero su calidad media es aceptable. Y encima, tenemos a nuestra disposición un ecualizador.
Un rendimiento justo con una batería notable
Una vez más, Sasmung no especifica el modelo de procesador que monta el Galaxy A31, simplemente comparte que tiene ocho núcleos, dos de ellos a 2 GHz y los otros seis a 1,7 GHz. Esas especificaciones coinciden con el Helio P65 de MediaTek, el mismo que nos muestran los benchmarks realizados al teléfono. En cualquier caso, ese chipset viene acompañado por 4 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento interno ampliable con una tarjeta microSD hasta 512 GB.
Esa combinación es suficiente para desenvolverse en tareas cotidianas y con apps básicas, pero se queda algo justa cuando le exigimos un poco más y sufre bastante para mover juegos pesados. El rendimiento del Galaxy A31 no es pésimo, ni mucho menos, pero sí que muestra algo de lag o retardo cuando, por ejemplo, tenemos apps abiertas en segundo plano. También hemos apreciado ciertos saltos al hacer scroll en redes sociales e incluso algún que otro cierre repentino. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks más habituales:
SAMSUNG GALAXY A31 | SAMSUNG GALAXY A21S | SAMSUNG GALAXY M31 | REDMI NOTE 9S | REALME 6i | |
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PROCESADOR | Helio P65 | Exynos 850 | Exynos 9611 | Snapdragon 720G | Helio G80 |
RAM | 4 GB | 4 GB | 6 GB | 4 GB | 4 GB |
ANTUTU | 160.262 | 129.210 | 179.004 | 241.054 | 200.814 |
GEEKBENCH 5 (SINGLE / MULTI) | 355 / 1.209 | 184 / 1.083 | 347 / 1.280 | 546 / 1.607 | 386 / 1.322 |
PC MARK WORK | 6.305 | 5.419 | 5.535 | 8.702 | 8.769 |
El Galaxy A31 cuenta con dos sistemas biométricos de autenticación: el sensor de huellas integrado en la pantalla y el reconocimiento facial. En la mayoría de situaciones, el sensor reconoce nuestro dedo y desbloquea el teléfono, aunque resulta algo lento si lo comparamos con un lector físico. A la hora de identificar nuestro rostro, los resultados son satisfactorios casi todas las veces, incluso en situaciones de oscuridad, pero tampoco es precisamente rápido en este sentido.
Vamos a hablar ahora del software, donde nos encontramos la última versión de la capa de Samsung (One UI 2.0) basada en Android 10 y el parche de seguridad de junio. Sus características no pillarán sorprenderán a cualquiera que esté acostumbrado a usar este sistema operativo: estamos ante una capa pulida con una navegación intuitiva, numerosas opciones de personalización y varias herramientas útiles.
El problema, como siempre, es el bloatware que trae preinstalado, que incluye tanto apps propias de Samsung -algunas duplicadas- como apps de terceros: Yandex, Facebook y el paquete de Microsoft, entre ellas. El resultado es que, de los 64 GB iniciales, apenas quedan libres unos 45 GB y una capa tan pesada ralentiza el sistema. La parte positiva es que algunas de esas apps pueden desinstalarse y que siempre podemos recurrir a una tarjeta microSD para aumentar el almacenamiento.
Pasamos a la autonomía, apartado donde la batería de 5.000 mAh nos dará más de una alegría. En nuestras pruebas, una carga completa nos ha servido para superar el día y medio sin problemas, con más de 9 horas de pantalla y un uso medio. Incluso abusando de la cámara o de los vídeos en streaming, por ejemplo, rara vez tendremos que buscar un enchufe a lo largo de una jornada.
Además, es compatible con la carga rápida de 15 W, de manera que, con el cargador que trae de serie, tarda poco más de dos horas en pasar del 0 a 100% de la energía, unas 2 horas y cuarto para ser más exactos. Para que os hagáis una idea, si llevamos prisa, media hora de carga nos entrega un 25-26% de autonomía.
Cuando cae el sol... cae también la calidad
En el apartado fotográfico, el Galaxy M31 dispone de una cámara frontal de 20 megapíxeles con apertura f/2.2 y una cámara trasera con cuatro sensores: el principal de 48 megapíxeles f/2.0, un gran angular de 8 megapíxeles con un ángulo de visión de 123° y otros dos sensores de 5 megapíxeles para lecturas de profundidad y fotografía macro respectivamente. También es capaz de grabar vídeo FullHD (1.920 x 1.080 píxeles) a 30 fps.
La aplicación de cámara te resultará familiar si has utilizado otros modelos Samsung, es intuitiva y ofrece accesos directos a las principales funciones y modos de disparo. Inicialmente, tenemos tres: Enfoque Dinámico (para hacer retratos), Foto (automático) y Vídeo, pero en la pestaña Más, además de Bixby Vision y AR Emoji, encontramos otros cuatro modos de disparo que podemos añadir al carrusel inferior (Macro, Pro, Panorámica y Comida). Por cierto, el modo Pro sólo ofrece tres ajustes: balance de blancos, sensibilidad y compensación de la exposición.
En este sentido, como hemos comentado otras veces, echamos de menos un acceso directo para activar y desactivar el HDR, que es automático y está escondido en los Ajustes. Nuestra recomendación es mantenerlo siempre activado porque hemos apreciado que, en escenas con mucho contraste, logra salvar el color de los cielos quemados y rescatar algo de detalle en las zonas oscuras.
El modo Foto o automático emplea la tecnología Pixel Binning para agrupar 4 píxeles en 1, logrando de esa forma fotografías de 12 MP más luminosas. La calidad de imagen que obtiene el Galaxy A31 de día es bastante aceptable, con un buen rango dinámico y un gran nivel de detalle, aunque en algunas escenas tiende a saturar un poco los colores. El reconocimiento de escenas es efectivo y el AF realiza un trabajo correcto sin ralentizar el disparo.
El modo de Enfoque Dinámico nos permite ajustar manualmente el desenfoque del fondo, algo que se agradece a la hora de hacer un retrato. Para que no resulte muy artificial, conviene hacer uso de los niveles medios, pero incluso cuando llevamos al máximo ese efecto bokeh, el recorte del primer plano es bastante certero.
Tanto el modo Foto como el modo Vídeo cuentan con un acceso directo para usar el gran angular, que se nos ha activado por error en numerosas ocasiones. Al disparar con esa lente, se pierde algo de detalle, se deforman ligeramente los bordes de la imagen y se saturan un poco los colores, pero el resultado general no nos desagrada. El zoom digital (hasta 8X) es mejor no utilizarlo.
Por la noche, la calidad de las imágenes cae en gran medida, aparece el ruido, se pierde mucho detalle y se difuminan los puntos de luz lejanos, pero el AF sigue siendo rápido y el resultado es relativamente aceptable. Y decimos "relativamente" porque no hay que olvidar que hablamos de un modelo de 299 euros. Eso sí, más vale contar con alguna fuente de iluminación artificial cercana, si no, no lograrás salvar la escena.
Si nos fijamos en la cámara frontal del Galaxy A31, de día, el modo Foto obtiene buenos resultados en términos de detalle, color y nitidez, aunque el efecto acuarela del fondo es inevitable. En este caso, el modo Enfoque Dinámico recurre al software para desenfocar el fondo y también permite ajustarlo manualmente; al máximo, el recorte del primer plano no es tan preciso como en la cámara trasera.
Curiosamente, a diferencia de la trasera, la cámara frontal no ofrece la posibilidad de grabar en gran angular, pero sí nos da la opción de disparar con esa lente en los modos Enfoque Dinámico y Foto con el fin de incluir a más personas o más elementos de nuestro entorno en el selfie.
Por la noche, sucede algo parecido a lo que nos ocurría con la cámara trasera: los selfies pierden gran cantidad de detalle y cuesta discernir el fondo, aunque obtendremos un resultado más o menos aceptable siempre que contemos con una fuente de luz artificial. En caso contrario, el ruido será muy evidente, pero aun así lograremos salvar nuestro autorretrato nocturno. El flash en pantalla, como es habitual, devuelve unos rostros fantasmagóricos.
Samsung Galaxy A31, la opinión de Xataka Móvil
En una gama media cada vez más numerosa y reñida, este Samsung Galaxy A31 lo tiene difícil para diferenciarse. No suspende en ninguno de los apartados, pero tampoco obtiene sobresalientes, algo que, a día de hoy, es necesario para destacar frente a la competencia.
Tiene buenos acabados, es cómodo en la mano, ofrece una buena autonomía y cuenta con una pantalla que, en términos generales, nos brinda una buena visualización. Sus cámaras, pese a que tienen algunas carencias (como un modo Noche o más ajustes en el modo Pro), proporcionan unos resultados más que aceptables en la mayoría de los casos, con el juego que siempre da el disponer de un gran angular, un buen desenfoque del fondo y un modo Macro efectivo.
Es en el apartado del rendimiento donde este Galaxy A31 obtiene su peor nota, tanto por lo pesada que resulta la capa como porque creemos que Samsung debería haber optado por algo más de RAM y, por qué no decirlo, por un procesador más potente. Dicho esto, el Galaxy A31 no es ni mucho menos un mal teléfono, pero por menos de esos 299 euros podemos encontrar propuestas superiores no sólo en otras marcas (como el Redmi Note 9 Pro o el Realme 6), sino en el catálogo de la propia Samsung (como el Galaxy M31).
7.75
A favor
- Autonomía suficiente para casi dos días.
- Buena construcción y diseño atractivo.
- Una pantalla AMOLED a la altura.
En contra
- Rendimiento por debajo de lo esperado.
- Lentitud en la identificación biométrica.
- Cámaras que aprueban sin grandes alardes.
Samsung Galaxy A31 - Smartphone 6.4" Super AMOLED (teléfono 4GB RAM, 64GB ROM), Negro [Versión española]
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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