Quizás no te ocurra. Quizás seas la excepción. Pero si estando en un restaurante o cafetería levantas la vista y miras a tu alrededor, ¿a cuántos ves fotografiando su plato? El compartir nuestros momentos subió como la espuma en paralelo como crecían las comunidades de usuarios de redes sociales y la calidad de las cámaras de los móviles hasta consolidarse como una moda. Pero, ¿sigue siendo Instagram la app de cabecera para nuestros platos? Parece que Dysh viene fuerte.
Como ocurrió con WhatsApp en la mensajería social, el nacer antes (y de la mejor manera) garantiza un factor costumbre esencial para gozar de un éxito tan enorme como el de estos servicios, pero nada es perenne y menos en tecnología. Al parecer esta app, centrada específicamente en compartir comida (ni pies en la playa ni gatos), está teniendo bastante éxito en Estados Unidos. ¿Qué aporta que no tenga Instagram al ritual de compartir la foto de nuestro plato?
Un trono difícil
Hace unos meses te hablábamos de Foodie, una app cuyo propósito era justo éste: ser un Instagram específico para comida. Y si hacemos esta comparación tan directa es porque tras probarla pudimos comprobar que el fundamento era absolutamente el mismo, si bien Foodies en la práctica viene a ser un editor minimalista de fotografías que tiene más de filtros que de edición y que lo único relacionado con comida en su uso es que vemos algún "¡Mmm!" o "Yummy" al aplicar uno de ellos.
De este modo, auguramos ya en su momento poco tirón a la propuesta de LINE, sobre todo teniendo en cuenta lo habitual que es recurrir a Instagram y el peso que esta app está tomando incluso a nivel de gastronomía. No obstante, según leemos en Business Insider la que sí está consiguiendo hacerse un hueco entre los estadounidenses aficionados a compartir delicias (lo que suele llamarse foodies) es Dysh, una app para iOS y Android que nacía en febrero de este año, el mismo mes que Foodies.
¿Qué tiene Dysh que no tiene Foodies y que mejore a Instagram? En realidad no es que mejore Instagram en cuanto a características (la interfaz, de hecho, es algo menos intuitiva y dispone de menos herramientas de edición y filtros), pero sí parece adecuarse mejor a este uso que los foodies dan, al obligar a compartir el restaurante en cada foto que se comparte (de hecho, no hay opción de completarlo a mano si no aparece en el mapa).
De hecho, la app está encarada a que sea más bien una guía de dónde comer a partir de las fotos que veamos. El indicar el restaurante cada vez hace que quede en la red para que nuestra foto aparezca cuando un usuario de la app ronde la zona de dicho local (a modo de Yelp). Lo que además hemos de indicar es una puntuación a la comida, y de manera opcional indicar características como "vegetariano", "sin gluten" o "kosher".
El factor geográfico
¿Has probado Dish y has visto que en tu zona aparecen pocas sugerencias? Esto es bastante probable si no vives en Estados Unidos, donde el fenómeno al parecer es bastante popular. Allí funcionan hashtags como #sliceslicebaby (para porciones de pizza) o #HowToGetAwayWithBurger (para hamburguesas). Éste último es el favorito de Hannah Hart, nombre que te será familiar según el nivel de "cultura YouTube" que tengas, ya que tiene un canal con más de 2,5 millones de seguidores.
¿Por qué la mencionamos? Porque es una de las cuatro youtubers (junto con ella, Mamrie Hart, Grace Helbig y Ingrid Nilsen) que se encargaron de promocionar la app en su salida como etapa final en su colaboración con el proyecto de la app. Una buena idea por parte de Toasts Labs dado que entre las cuatro suman más de 20 millones de seguidores, y un buen recurso también para dejar caer comparaciones con la fuerte competencia. En Variety recogían las palabras de Mamrie sobre ambas apps.
Adoro observar comida, pero a veces me siento algo ridícula subiendo mi octava fotografía en Instagram. ¡Eso no ocurre en Dysh!
Comida para enseñar, degustar y donar
Más allá de la sensación a la que aluden las colaboradoras y promotoras, Dysh tiene un componente diferenciador no sólo de Instagram, sino de la mayoría de apps. Cuanto más activos seamos en esta red social, más puntos recaudamos de modo que podemos contribuir a que se donen alimentos a los necesitados (mediante la colaboración de organizaciones no gubernamentales estadounidenses). Según calculan desde la propia app, donan alrededor de 10.000 alimentos al mes.
¿Saldrán más apps enfocadas a ser redes sociales de comida? Con Dysh al parecer ha funcionado que la promoción haya corrido a cargo de youtubers y probablemente deba bastante parte de su éxito a ello, si bien de momento no se han centrado en promocionarla a nivel global (con youtubers de más países y ampliando colaboraciones con ONGs). El hecho de que su propósito difiera un poco de Instagram probablemente también la salve de quedarse en el montón, unos ingredientes extra que puede que le falte a la receta de Foodies.
Vía | Business Insider
En Xataka Móvil | ¿Necesitábamos Foodies? Ésta es la nueva app para "infoodencers" de LINE