Móviles con desbloqueo facial, hay muchos. De hecho, diría que la inmensa mayoría de Android lo tienen en cualquier gama. En lo que a iPhone respecta, absolutamente todos desde 2017, a excepción de los iPhone 8 que salieron aquel año y de las versiones venideras 'SE'. Sin embargo, ese desbloqueo facial no es igual. En absoluto.
Y es que, más allá de diferencias perceptibles en lo que a rapidez o eficacia se refiere, a nivel técnico hay pocos que igualen el reconocimiento de Apple. Los culpables son los sensores especializados del iPhone frente a las simples cámaras frontales que, en la mayoría de Android, se usan para este desbloqueo.
Sensores 3D vs cámara frontal
Como ya indicábamos, es en los sensores donde está la clave de todo y más en concreto en lo que Apple llamó (y sigue llamando) cámara TrueDepth. Debutó con el iPhone X hace ya seis años, en el que fue el primer smartphone de la marca con desbloqueo facial.
Sin entrar en demasiados detalles técnicos, decir que no es una cámara frontal al uso, sino que también le acompañan otros sensores como el de proximidad o los de proyección 3D. Estos, en conjunto son capaces de proyectar cientos de haces de luz infrarroja en el rostro del usuario que se utilizan para el reconocimiento.
Es decir, que no sirve con una simple fotografía para burlarlo, dado que memoriza y reconoce prácticamente cualquier facción del rostro del usuario. De hecho, al poco tiempo de salir el iPhone X, hubo experimentos de todo tipo intentando engañar a la cámara TrueDepth; uno de ellos logró conseguirlo, pero teniendo que usar una lograda máscara 3D.
En Android nos encontramos algo bien distinto. Ha habido algunas excepciones, pero por norma general apuestan todo al desbloqueo por huella y no al reconocimiento facial. Que haberlo, haylo. Se trata de un sistema de reconocimiento que se nutre simplemente de la cámara frontal.
Y por buena que sea esa cámara selfie, y aunque se nutra de un sensor de proximidad y trabajos por software, es al final un sistema completamente distinto a nivel técnico y funcional. Precisamente gracias al software se ha logrado mejorar algo su eficacia y seguridad, haciendo que en muchos casos una simple foto no siempre sirva. Sin embargo, siguen siendo mucho más franqueables que la cámara TrueDepth de los iPhone.
El Face ID de un iPhone es mucho más seguro
Probando los primeros Android con desbloqueo facial me sorprendí al ver que, durante su configuración, salta un mensaje alertando de que es un sistema más inseguro que un PIN. Algo llamativo cuanto menos y que ya da buenas señas de que no es la mejor idea. Que, insisto, han mejorado mucho el sistema vía software, pero sigue siendo inseguro.
Burlar el reconocimiento facial de un Android que no use sensores especializados puede ser incluso sencillo y al alcance de cualquiera. En el caso de los iPhone, no. Porque no nos engañemos, crear una máscara de nuestro rostro no es algo sencillo, ni barato. Aparte, que aquel experimento tiene ya tiempo a sus espaldas, por lo que es más que evidente que Apple ha ido mejorando también su sistema vía software.
Sí que en ambos casos se comparte el procesamiento interno. Y es que ni los iPhone, ni los Android almacenan los datos del rostro en la nube, sino en local dentro del dispositivo. Esto hace que nadie pueda obtener los datos a distancia para burlarlos.
En cualquier caso, nos encontramos con que a fin de cuentas se tratan de dos sistemas completamente diferentes a los efectos más importantes. Porque no olvidemos que al final la funcionalidad de un reconocimiento facial no es otra que la de impedir que un ajeno acceda a nuestro contenido.
A efectos de reconocimiento, pueden "igualarse"
Quitando el asunto de la seguridad, lo cual no es baladí, nos encontramos con que en la práctica podemos llegar a obtener una experiencia igual de fluida en Android e incluso más. Face ID es rapidísimo en los iPhone, pero me he llegado a encontrar muchos otros móviles igual e incluso más livianos en ello. Por tanto, podría haber un relativo empate en ese sentido.
Ahora bien, el iPhone sigue ganando en dos funciones extra. Por un lado en el reconocimiento nocturno. Siendo sensores infrarrojos los que leen nuestro rostro, no hay impedimento alguno en que se lea y reconozca la cara. En Android, por el contrario y dada la diferencia técnica, cuesta mucho. Tanto que a veces es imposible que se reconozca si no se enciende la luz o se sube el brillo del móvil al máximo para que nos ilumine.
Otro punto donde rompería el empate el iPhone es en el uso que hace del reconocimiento facial más allá del desbloqueo. Véase como ejemplo la posibilidad de que el iPhone reduzca el volumen de las notificaciones si detecta que estamos mirando la pantalla. Por supuesto, también para los 'Animoji', aunque esta al final no deja de ser una función más de ocio que de utilidad real.
La renuncia de Apple al desbloqueo por huella también es reprochable
Igual que en lo personal reconozco preferir el desbloqueo facial y defiendo el buen hacer de Apple con él, de igual modo me rasgo las vestiduras al ver que Touch ID ha quedado prácticamente abandonado. Al menos en los iPhone punteros. Antes de la llegada del iPhone X, muchos rumores situaban a Apple como una de las pioneras de un sensor de huellas bajo pantalla que, de aquella, estaba todavía muy poco desarrollado.
Sin embargo, Apple jamás volvió a incorporar este sensor a excepción de los iPhone SE 2020 y iPhone SE 2022, que son sucesores en diseño de los iPhone 8. Y, francamente, me molesta. Face ID no es perfecto y son varias las situaciones en que falla: cuando recién levantado no atino a abrir los ojos por completo, cuando llevo gafas de sol polarizadas o cualquier otro accesorio que me tape alguna facción del rostro (las mascarillas, afortunadamente ya no), así como cuando el sol u otra luz potente incide de forma directa sobre los sensores.
No quiero obviar tampoco que el Face ID ha impedido ver un iPhone "todo pantalla". A día de hoy parece que Apple no ha dado con la tecla para integrar los sensores bajo pantalla y hemos visto varias generaciones en las que el pronunciado 'notch' se mantuvo igual, reduciéndose en la serie de los iPhone 12 por primera vez y cambiando su formato en los iPhone 14 Pro y 14 Pro Max, los cuales dieron una vuelta de tuerca con la 'Dynamic Island'.
Así, en situaciones como las que relataba anteriormente y en vistas de querer un mayor aprovechamiento de pantalla, se echa de menos la presencia de un sensor de huellas conviviendo con el reconocimiento facial. Evidentemente, no creo que sea lo más cómodo que ambos sistemas sean necesarios para el desbloqueo, pero tampoco entiendo por qué no se da la opción de tener ambos y usar el que queramos a conveniencia. Igual que en Android.
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