Mientras los despliegues de fibra continúan en España, ya hay operadores que incluso llegan hasta 14 millones de hogares y oficinas, esta tecnología no deja de evolucionar, mostrando sus capacidades de futuro. Ya contamos en zonas muy limitadas con fibras que ofrecen hasta un 1 Gbps de descarga y Orange nos mostró en el MWC como su fibra será capaz de ofrecer en los próximos meses un giga simétrico.
Incluso si viramos la mirada hacia a otros países ya podemos ver como se pueden contratar conexiones de fibra con 10 Gbps de descarga, claro que tampoco son baratas, pero olvidaros de todo eso, porque es una minucia frente a lo que nos espera en el futuro. Y es que la ITU ha aprobado ya la revisión del NG-PON2 que permitirá que la misma fibra que tenemos ya en nuestras casas nos puedan dar hasta 40 Gbps.
Sin tener que reemplazar la fibra que llega ahora mismo hasta millones de hogares en el mundo, en un futuro no muy lejano los operadores serán capaces, al menos sobre el papel, de ofrecernos conexiones de hasta 40 Gbps en ambos sentidos. Ello es gracias a una nueva revisión del estándar NG-PON2, que podría convivir con los estándar en uso hoy en día.
El truco no es otro más que usar hasta ocho haces de luz (ahora solo se usa uno) en ambas direcciones con distintas longitudes de onda, de manera que cada uno de ellos tendría una capacidad de 10 Gbps, lo que da como resultado los mencionados 40 Gbps tanto en la bajada como en la subida.
Preparando las redes para la demanda
Quizás nunca necesitemos tener en nuestras casas fibras con tan altas velocidades, pero no se trata solo de conectar a particulares a la red. Más allá de empresas con importantes necesidades de velocidad, los 40 Gbps serían útiles por ejemplo para conectar las antenas de telefonía móvil a la red, de manera que esos centenares de megas que nos prometen los operadores no tengan que ser repartidos entre todos los usuarios conectados a una misma estación base.
Pero sobre todo, la investigación para incrementar la velocidad que ofrecen actualmente las redes fijas van orientadas a un mismo propósito: preparar las redes para el incremento de demanda de tráfico que se producirá en los próximos años. Si estas evoluciones podría llegar el día en el que las redes no diesen abasto, sobre todo cuando crezca exponencialmente el tráfico entre maquinas, por lo que más vale estar preparados para ese momento.
Vía | BandaAncha
Más información | ITU
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