España se está jugando actualmente su posición en la adopción del 5G. Con el calendario que en poco más de dos años nos debería llevar a poder usar el 5G en nuestras calles ya fijado, las subastas de las primeras licencias para su despliegue llegarán a principios de 2018. Al mismo tiempo todos los actores implicados en el sector tienen abierta la consulta pública en la que se les pide aportar su opinión sobre el segundo dividendo digital.
Y uno de los actores más importantes ya ha hecho pública su posición sobre dicha consulta. Orange explica hoy en su blog oficial los que para ellos serían los puntos clave sobre ese Plan Nacional 5G, con peticiones como que las licencias se concedan mediante subasta y por al menos 25 años, y advirtiendo que antes de comenzar con los despliegues es necesario una normalización a nivel europeo.
Los operadores tendrán que acometer fuertes inversiones para que los usuarios podamos disfrutar de las ventajas del 5G, y es por ello que quieren tener un papel relevante a la hora de definir el camino hacia su llegada. No hablamos solamente del coste de las propias licencias para uso del espectro, también hay que añadir que para ofrecer una cobertura total serán necesarias muchas más antenas que con el 3G o el 4G.
Claridad para acometer las inversiones
Con el telón de fondo del coste del despliegue, Orange pide de entrada que la subasta siga siendo el método de adjudicación de las licencias. Ése ha sido el método tradicionalmente más usado en España y así quiere que siga siendo Orange, también porque su posición económica como operador multinacional es fuerte y un concurso de méritos introduciría incertidumbre en la concesión.
Orange tiene más peticiones. Además de la mencionada duración mínima de 25 años para las licencias y de la necesaria normalización europea para iniciar los despliegues, el operador menciona la posibilidad de mutualizar el espectro, que se pudiese compartir entre los ganadores de las licencias, pero siempre por acuerdos impulsados por los propios operadores, no por imposición.
Más allá de las peticiones, Orange también ha transmitido cómo creen que se ejecutará el despliegue. Inicialmente se usará la banda de los 3,5 GHz para dar capacidad (con hasta 100 MHz asignados por operador) y la de los 700 MHz para facilitar la extensión de la cobertura. El despliegue se compondrá de antenas al usa, macro-celdas, complementadas por small-cells, que podrán ser instaladas en entornos urbanos para asegurar la cobertura.
Ahora, en toda esa instalación de antenas, sobre todo en el caso de las small-cells, Orange destaca que será necesaria la colaboración de los ayuntamientos y de la administración pública. Además, este tipo de celdas tendrían que estar conectadas a una fibra, por lo que el operador también pide precios regulados para usar la fibra de Movistar para conectar las small-cells.
La postura de Orange es muy clara y será, probablemente, similar a las que adopten Vodafone y Movistar. Ellos tres son los operadores que llevan miles de millones de euros invertidos en redes fijas y móviles en España y están interesados en que las licencias sigan siendo subastadas. La posición de MásMóvil, sin licencias en las bandas bajas, será la discordante.
Vía | Orange
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