La relación entre el Gobierno de Estados Unidos y Huawei lleva años en una encrucijada, pero no fue hasta 2019 cuando las autoridades de aquel país pasaron a la acción. El veto a la empresa de la tecnología estadounidense terminó con parte de las aplicaciones y servicios imprescindibles en los móviles de Huawei; extendiendo el bloqueo de numerosas operadoras a su núcleo de telecomunicaciones, incluidas Telefónica o Vodafone. Y ese bloqueo a Huawei en las redes va camino de recrudecerse a tenor de las últimas informaciones vertidas en la prensa.
The Wall Street Journal ha conseguido una exclusiva en la que se afirma no solo que Huawei tiene puertas traseras en sus equipos de telecomunicaciones, algo que Estados Unidos lleva años denunciando, también que las autoridades de aquel país tienen pruebas de que dichas puertas traseras (backdoors) permiten el acceso a información personal y privada. Este sería un notable cambio en el discurso estadounidense ya que hasta ahora no habían respaldado su argumentación con hechos fehacientes.
Las instalaciones 5G de Huawei en entredicho
Como decíamos, numerosas operadoras de todo el mundo han retirado a Huawei el acceso al núcleo de sus instalaciones de telecomunicación. En dicho núcleo se integran los servidores y software que administran las conversaciones; por lo que Huawei solo puede instalar el equipo 5G que queda lejos de los datos sensibles de los usuarios: antenas, estaciones base y los mástiles. La decisión está tomada en base al riesgo de las puertas traseras, una acusación que Estados Unidos ahora estaría respaldando ahora con hechos. Al menos según cuenta The Wall Street Journal.
Como explica The Wall Street Journal, y siempre citando como fuente sus conversaciones con responsables de seguridad del Gobierno de Estados Unidos, existirían pruebas de las puertas traseras en los equipos de Huawei que las autoridades se han encargado de compartir con gobiernos aliados, como Reino Unido o Alemania. El primero tomó la decisión de excluir a Huawei del núcleo de su 5G. Y el segundo estaría preparando un borrador con el que acortar la implicación de Huawei en el despliegue de las redes 5G del país alemán, siempre sin excluir a la empresa por completo.
Según declaraciones recogidas por The Wall Street Journal, Robert O’Brien, Consejero de Seguridad Nacional estadounidense, afirmó:
Las declaraciones suponen un paso más en la guerra abierta de Estados Unidos contra Huawei. Pese a ellas, el Gobierno Estadounidense no ha presentado públicamente esas pruebas, por lo que siguen siendo una mera acusación. Además, no es que dicho Gobierno esté precisamente limpio: todos recordamos el escándalo provocado por el espionaje de la NSA.
Huawei ha rebatido las acusaciones volviendo a negar que sus equipos estén habilitados para espiar las telecomunicaciones. Nos hemos puesto en contacto con la empresa para conocer de primera mano la reacción y nos ha confirmado las alegaciones vertidas en The Wall Street Journal. Además, nos ha remitido la siguiente declaración oficial.
Como demuestran las filtraciones realizadas por Snowden, Estados Unidos ha estado accediendo de forma encubierta a redes de telecomunicaciones en todo el mundo y espiando a otros países desde hace bastante tiempo. El informe publicado por The Washington Post esta semana en el que se analiza cómo la CIA utilizó a una compañía de cifrado para espiar a otros países durante décadas es una prueba adicional de ello.
Las acusaciones realizadas por parte de Estados Unidos contra Huawei no son más que una cortina de humo que no responde a ninguna lógica aceptada en el mundo de la ciberseguridad. Huawei nunca ha tenido y nunca tendrá acceso secreto a redes de telecomunicaciones, ni hemos tenido tampoco la capacidad de hacerlo. El Wall Street Journal es claramente consciente de que el gobierno de los Estados Unidos no puede proporcionar ninguna evidencia que respalde sus acusaciones y, aun así, elige repetir las mentiras que el cuerpo de funcionarios estadounidenses está difundiendo. Esto refleja el sesgo negativo de The Wall Street Journal hacia Huawei, menoscabando su credibilidad.
La labor de Huawei, al igual que la de cualquier otro proveedor de telecomunicaciones, es proporcionar equipos que cumplan con los estándares 3GPP / ETSI. Estamos obligados a seguir los estándares de interceptación legal de toda la industria, como lo es el estándar TS 33.107 de 3GPP para redes 3G y TS 33.128 para 5G. Es aquí donde terminan las obligaciones de Huawei con respecto a la interceptación legal.
La gestión y el uso real de las interfaces de interceptación legal se realiza únicamente por parte de los operadores y reguladores. Las interfaces de intercepción siempre están ubicadas en instalaciones protegidas y a las cuales solamente tiene acceso el operador. Además, son gestionadas por empleados verificados por el gobierno en los países donde operan. Los operadores tienen reglas muy estrictas para gestionar y mantener estas interfaces y Huawei no desarrolla ni produce ningún equipo de intercepción más allá de esto.
Huawei no es más que un proveedor de equipos. Con este rol es imposible acceder a las redes de clientes sin su autorización y/o sin su detección. No tenemos la capacidad de sortear a los operadores, controlar el acceso y sacar datos de sus redes sin ser detectados por todos los firewalls o sistemas de seguridad. De hecho, incluso The Wall Street Journal admite que los funcionarios de los Estados Unidos no pueden proporcionar ningún detalle concreto sobre estas denominadas "puertas traseras".
La ciberseguridad y la protección de la privacidad del usuario son las principales prioridades de Huawei. Las acusaciones vertidas por los funcionarios estadounidenses ignoran por completo la gran inversión y los casos de éxito desarrollados por Huawei y los operadores en la gestión de riesgos de ciberseguridad. Nos indigna que el gobierno estadounidense no haya escatimado en esfuerzos para estigmatizar a Huawei usando la ciberseguridad como excusa. Si los Estados Unidos descubriesen violaciones llevadas a cabo por parte de Huawei, les solicitamos, nuevamente, que divulguen pruebas específicas en lugar de utilizar a los medios de comunicación para difundir rumores.
Vía | The Wall Street Journal
Ver 6 comentarios