La división móvil de LG no va como sería deseable desde hace ya algún tiempo. Con el LG G5 se agravaron los problemas pues el teléfono no cumplió con las expectativas que el fabricante había puesto sobre sus hombros, y toda la división acabó siendo remodelada para dar el pistoletazo de salida a una nueva estrategia. Se acabaron los móviles modulares tras una corta experiencia y llegaba el LG G6.
En el nuevo terminal se imprimeron algunas de las características de la nueva LG, como la pantalla extralarga casi sin bordes, con una proporción de 18:9 que luego ha corrido hacia los LG Q6 y LG Q8. Sin embargo, parece que la apuesta no está funcionando y los resultados trimestrales de la compañía han copiado los de hace un año. LG sigue en pérdidas.
Sin cambios en un año
Hablamos de la división móvil, obviamente. En el resto de LG las cosas parecen ir bastante bien, desde la división de productos para el hogar hasta la dedicada a la automoción. Pero en cuanto a sus smartphones, los coreanos no acaban de levantar cabeza y el LG G6 no ha producido el vuelco en la situación que se esperaba, aunque los milagros no son cosa de un par de días.
Según las cifras oficiales, LG se las ha apañado para entregar 13,3 millones de dispositivos en el último trimestre, el que va desde abril hasta junio, y además ha crecido un 13% en ventas en las gamas más económicas del mercado. Por desgracia estas gamas son las que menor margen de beneficios tienen y por ello la caída de un 12% en gamas altas ha provocado nuevas pérdidas en la compañía.
LG ha anunciado que pese a haber logrado 2.390 millones de dólares de ingresos en el último trimestre, la división ha obtenido pérdidas en el mismo periodo. En total, 117,27 millones de dólares en negativo que, sin embargo, son seis millones menos que en el mismo periodo del año anterior. LG se sigue desangrando en móviles aunque las cosas mejoran. Tal vez demasiado despacio.
El próximo trimestre, sin embargo, debe suponer un crecimiento para la compañía según sus propios planes. Con los LG Q6 y LG Q8 a la venta en todo el mundo, ambos modelos deben servir de alfombra para la llegada de un LG V30 que se espera entre agosto y septiembre. Ya veremos qué tal cierra el año LG, sobre todo ahora que parece que el V30 será plenamente internacional.
Además, LG confía en que la reducción paulatina del precio del LG G6, como ocurre en todo el ecosistema androide, irá potenciando sus ventas junto con el hecho de que los costes de fabricación irán reduciéndose. La fe de LG en su división móvil se mantiene firme, así como la que tiene en su G6, pero también era así hace un año y las cosas no parecen haber mejorado demasiado. Esperemos al cierre del año.
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