Posiblemente tengáis una imagen de Google, ahora Alphabet, como empresa que lanza muchos proyectos cada año. Pero en el mismo tiempo en el que los pone en marcha no tiene ningún pudor en echar el cerrojo a todos aquellos que no tienen visos de triunfar o que ya están en funcionando pero no le dan el rédito esperado. Project ARA ha sido el último en caer.
El proyecto no era ni mucho menos nuevo cuando Google se hizo con él. Project ARA nació y crecía bajo el amparo de Motorola cuando los chicos de Google adquirieron la empresa allá por el año 2011. El proyecto de los smartphones modulares siguió su curso con Google y parecía que sobreviviría a la compra de Lenovo, pues ARA continuó en manos de los de Mountain View.
Qué era Project ARA
Los teléfonos modulares siempre gustaron a Google, y Project ARA nació como una plataforma de hardware que facilitase el diseño y la creación de teléfonos a todo el mundo, siendo así una idea open source. La misión de Google al frente de ARA era la misma que cuando tomó las riendas de Android: la construcción de un ecosistema de desarrolladores de módulos para sus teléfonos.
Ofrecer flexibilidad a compradores y fabricantes, comprimir tiempos de desarrollo, o bajar las barreras de gastos a la hora de desarrollar un smartphone, fueron aspectos esenciales a la hora de construir la plataforma, y Google quiso hacerlo facilitando y controlando la creación de los módulos que conforman un dispositivo, mejorando la comunicación entre todos los implicados y ejerciendo el papel de árbitro y aglutinador.
Hasta su muerte, ARA giró en torno a dos elementos clave: Módulos y Endos. Los primeros eran los componentes del teléfono, cada una de las piezas que podían unirse entre sí para dar lugar a un dispositivo. Los segundos eran los contenedores, los esqueletos. Las estructuras sobre las que se acoplarían estos módulos y que definirían, lógicamente, el tamaño de éstos. Así, podríamos cambiar de cámara sin tocar la estructura pero no así de tamaño de pantalla. Por citar un ejemplo claro.
Por desgracia, Google decidió hace unos días que Project ARA llegaba a su fin. Y de igual forma que desechó la creación de sus largamente esperadas Google Glass, los smartphones modulares quedaron automáticamente sin dueño aunque la idea perdurará en el empuje de su creador original. Dan Makoski es duro de pelar y más difícil aún de tumbar.
Los viejos rockeros nunca mueren
Y así se siente precisamente el creador de Project ARA pues ha decidido que seguirá adelante con su idea a pesar de todos los contratiempos. Su nombre es Dan Makoski y fue el responsable de inocular la idea de un smartphone modular en la ya extinta Motorola. Ahora, tras el cierre de la división encargada de su smartphone modular, ha decidido volar por su cuenta.
Para ello, Makoski se ha unido a Nexpaq, una compañía que ya desarrollaba accesorios modulares para smartphones como incrementos de batería, de almacenamiento o sensores de temperatura y calidad del aire externos. Junto a su nueva compañía, Dan pretende seguir desarrollando sus módulos de cara a resucitar el proyecto más tarde o más temprano.
Según cuenta el propio Makoski, su objetivo es el de llegar a la "individualización en masa". Es decir, conseguir que el mercado de smartphones se convierta en un mercado de piezas intercambiables con las que cada usuario pueda construir el smartphone que necesite en cada momento. Más o menos lo que pretendía ser Project ARA antes de que Google lo clausurase.
Vía | Quartz
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