Las cabinas telefónicas estaban condenadas a ir desapareciendo a partir del 1 de enero. Todo apuntaba a que el Gobierno las sacaría del servicio universal de telecomunicaciones en 2019, pero finalmente no será así. Las cabinas se han mantenido en el servicio universal, lo que significa que Telefónica tendrá que seguir ofreciendo servicio al menos durante dos años.
El real decreto se aprobará mañana y, eso sí, dejará dos bajas: las guías telefónicas y el servicio de consulta sobre números de abonado. En lo que a las cabinas se refiere, el Gobierno ha optado por aprovechar los dos años de margen que todavía tiene para aplicar el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas para analizar la mejor forma en la que retirar estas prestaciones del servicio universal.
Un servicio deficitario condenado a la desaparición
De las 55.000 cabinas que había en 1.999 solo quedan 16.000, de las cuales la mitad no se utilizan nunca y 12.000 dejaron de ser rentables hace ya muchos años. Tal es así que Telefónica pierde alrededor de tres millones de euros anuales por ellas. Puede que el hecho de que el 85% de los españoles tenga un smartphone tenga algo que ver.
Actualmente, la empresa está obligada a mantener al menos una cabina por en municipio de mil habitantes o más, sean o no deficitarias. Es una prestación que Telefónica tiene que seguir manteniendo pero cuya muerte está más que cercana en el horizonte. La Comisión Nacional de Mercados y Competencia ya se ha pronunciado al respecto en más de una ocasión, solicitando al gobierno que se replantee la obligatoriedad de mantenimiento de ambos servicios.
Así pues, y aunque todavía falta la firma de este decreto, parece que las cabinas telefónicas vivirán un poquito más, al menos hasta que se encuentre un sistema de desmantelamiento óptimo. Cuando eso ocurra, Telefónica tendrá luz verde para llevarlo a cabo, aunque no sabemos si optará mantener aquellos teléfonos públicos que sí resulten rentables.
Vía | Cinco Días
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