Años, sin para nada exagerar, se lleva hablando de la posibilidad de que las tres cableras del norte de España acaben siendo una sola. Del proceso de concentración de cableras regionales que se dio en torno a ONO solo se quedaron fuera Euskaltel, R y telecable. Dada la extensión de sus redes fijas de alta velocidad las tres estuvieron en el punto de mira de los grandes operadores, sobre todo Vodafone y Orange, como posible vía para entrar de lleno en sus regiones.
Pero lo cierto es que esos rumores de que alguna de las cableras podía acabar en manos de un operador a nivel nacional, cada una de ellas siguieron su rumbo por separado y dejaron de ser atractivas para sus rivales más grandes cuando éstos llegaron con su fibra a Euskadi, Galicia y Asturias. Entonces llegó el momento de que las cableras se moviesen. Euskaltel se hizo con R y telecable cambió de dueños, pero la idea de que la compañía asturiana cayese en manos vascos nunca acabó de desaparecer. Y hoy los rumores de creación de una gran cablera del norte vuelven con fuerza, dando incluso detalles de la operación Bloomberg.
Los últimos rumores que apuntaban a la compra de telecable por parte de Euskaltel son de hace poco más de un mes, y con la información publicada hoy por Bloomberg parece que el cierre del acuerdo es más que inminente. La operación estaría cifrada en 750 millones de euros, que la cablera vasca pagaría al fondo británico Zegona (dueño de telecable) en parte en efectivo y en otra parte en acciones. Sería este último punto el escollo que habría provocado que el acuerdo todavía no esté firmado.
La pelea por el control de Euskaltel de fondo
En los últimos años Euskaltel ha crecido, lo que ha llevado a movimientos en su accionariado. La cablera ha estado tradicionalmente controlada por otras compañías vascas, principalmente por las cajas públicas ahora unidas en Kutxabank, pero con su salida a bolsa y la compra de R la participación del banco se ha reducido a poco más del 25%. Ese dato es clave, ya que los estatutos de la compañía marcan que para movimientos especialmente relevantes, como el cambio de domicilio fiscal, se necesita el aprobado de más del 75% de los accionistas, por lo que Kutxabank tiene actualmente derecho a veto.
La compra de telecable no podría ser afrontada con efectivo, por lo que Zegona entraría en Euskaltel con una porción de acciones que haría que la participación de Kutxabank se redujese por debajo del 25%, perdiendo por tanto su derecho a veto. Ese punto sería el que está complicando la operación y al que tendremos que estar muy atentos en caso de que finalmente se llegue a un acuerdo.
Más allá del acuerdo al que puedan llegar finalmente ambas partes, parece que la unión de las tres cableras del norte no se limitaría a una simple forma de hacerse grandes y protegerse de amenazas de operadores nacionales. En anteriores ocasiones se ha hablado de la posibilidad de que la nueva Euskaltel ampliase fronteras, teniendo un socio local para desplegar fibra en Cantabria, cubriendo por tanto toda la cornisa cantábrica.
Si se confirma la unión en torno a Euskaltel de las tres cableras norteñas se formaría una empresa con números económicos importantes (750 millones de euros de ingresos anuales o 350 millones de euros de resultado bruto) pero con un crecimiento limitado si no se expande territorialmente. Ése es el punto que puede beneficiar a los usuarios, sobre todo de provincias limítrofes a donde operan Euskaltel, R y telecable, que podrían tener una nueva opción para contratar servicios de telecomunicaciones.
Vía | Expansión