La llegada del 5G está suscitando muchas inquietudes en el mercado de las telecomunicaciones, que por un lado tiene que acometer grandes inversiones para su despliegue inminente, y por otro lado no tiene claro por medio de qué nuevos servicios podrá empezar a rentabilizar las nuevas redes a partir de 2020.
Ante los riesgos de desplegar varias redes paralelas que acaben por no ser rentables como ha podido ocurrir en el pasado, los operadores llevan tiempo buscando vías para optimizar el despliegue de infraestructuras creando empresas como Telxius, o CTIL, empresa que en Reino Unido está participada al 50% por Telefónica y Vodafone.
Ambas compañías han anunciado hoy la ampliación de su acuerdo para compartir redes en Reino Unido con el objetivo de incluir 5G en los emplazamientos de red que ambas comparten para que el despliegue sea más rápido en cubrir zonas geográficas más amplias, tenga un menor coste y pueda empezar a hacerse uso del nuevo espectro radioeléctrico que aumentará la capacidad y velocidad. Así que a priori, usuarios y operadores se verían beneficiados.
El acuerdo, no vinculante hasta recibir las aprobaciones regulatorias necesarias, se materializa a través de CTIL con la gestión de la infraestructura pasiva de las torres por lo que cada operador continuará gestionando su propia autonomía de red en algunas de las ciudades más grandes del Reino Unido con la instalación de equipos de radio independientes en el 15% de los emplazamientos ubicados fuera de Londres.
Sobre un escenario similar en otros mercados como el español hemos consultado a Movistar y Vodafone pero de momento indican que "hoy la noticia está Reino Unido". No será de extrañar que este tipo de acuerdos se repliquen otros países y en caso de alcanzarse, no deberíamos tardar en tener noticias ya que los planes de despliegue son inminentes para poder empezar a ofrecer los primeros servicios en 2020.