No hay duda de que el uso de los móviles es en sí una herramienta en gran número de ámbitos. Hace unos meses veíamos que podía servir para prever la expansión de una enfermedad infecciosa, pero como ocurre con los tratamientos, el uso de ciertas también tiene sus efectos secundarios no deseados. Es lo que parecen haber determinado los investigadores de Naciones Unidas (ONU) en relación al aumento de casos de virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en Asia en relación al uso de apps de citas.
Se trata de los resultados de un estudio realizado por parte de esta organización durante dos años. En él se atiende a las infecciones en personas entre 10 y 19 años en las regiones de Asia y el Pacífico, donde viven según The Guardian más de la mitad de los 1.200 millones de adolescentes del mundo.
El papel de las apps
¿Cómo se llegó a relacionar el uso de apps de citas con el esparcimiento de la enfermedad? Se partió desde el hecho de que los encuentros para sexo casual se hayan incrementado a niveles nunca vistos con un claro empuje por el hecho de que estas apliaciones los facilitan mucho. Según asegura Wing-Sie Cheng, Consejera sobre VIH/SIDA de Unicef en Asia y el Pacífico, han sido los usuarios quienes directamente les han asegurado que recurren a estas apps para incrementar sus encuentros sexuales.
Estamos convencidos de que hay una relación (entre el uso de apps y el aumento de casos), por lo que necesitamos una mayor cooperación con los desarrolladores de las apps en cuanto a informar sobre los riesgos del VIH y proteger la salud de los adolescentes
Los hallazgos de este estudio destacan además por el hecho de que el número a nivel global de infecciones por este virus esté disminuyendo, en contraposición al crecimiento de más de 220.000 casos en los adolescentes de las edades especificadas que se ha visto en esta región (de los cuales menos de la mitad están recibiendo tratamiento). Las muertes también han ido al alza y fuentes no oficiales apuntan a que esta cifra se incrementará en la próxima década.
Una red social y epidémica
Desgraciadamente no es el primer trabajo que resulta en unas conclusiones similares. Adjunta también The Guardian otro estudio en el que se vio que el hecho de incrementar los encuentros sexuales con servicios de la red hacía que el riesgo de contraer gonorrea y clamidiasis hubiese aumentado. En este caso el estudio se centraba en el colectivo masculino homosexual de Los Ángeles, Estados Unidos.
Para Cheng el uso de las apps de citas ha consolidado toda una red de contactos por la que las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se expanden con facilidad. Y enfatiza además el hecho de que el VIH sea un asunto que se trata con excesiva discreción, por lo que los datos no suelen estar disponibles y que se necesita con urgencia que el asunto se trate públicamente.
En particular, el público adolescente se ve afectado de manera más grave por el hecho de que oculten con más frecuencia su enfermedad o ni siquiera sean conscientes de padecerlas por evitar la repercusión social. Según datos de Unicef y UNAIDS, la probabilidad de fallecer por SIDA es mayor en este público (que además es una parte importante del total de usuarios de apps) dado que muchas veces se niegan a tratarse temiendo las consecuencias sociales, y en algunas regiones ni siquiera pueden realizarse el test de VIH sin el consentimiento de sus padres.
¿Qué dicen las apps al respecto?
Por el momento no son una gran mayoría las que se han pronunciado ante éste o los anteriores hallazgos tras la solicitud del periódico. Casos como el de Tinder, Blued o Growlr no han respondido a la petición de comentarios al respecto, si bien en el caso de Blued cuenta en su historial con la iniciativa de incluir un enlace a centros de diagnóstico de la zona en los lazos rojos que añadió a perfiles de los usuarios en el Día Mundial del SIDA de 2014.
No obstante, hay casos como el de Grindr (usada por más de un millón de usuarios por minuto en casi 200 países) que además de exigir la mayoría de edad (18 años) aseguran que la salud sexual es un asunto prioritario que se toman muy en serio y por el que toman medidas como añadir ads in-app aconsejando la realización de tests diagnósticos en clínicas locales.
En el caso de la app Jack’d, una aplicación para conocer y encontrarse con gente centrada en el público gay, explica David S. Novak a The Guardian que colaboran en el proyecto ManHunt Cares. Se trata de una iniciativa que informa a los usuarios sobre asuntos relativos a la salud y la prevención, proyecto que acompañaron con la fundación de su propia institución de investigación enfocada en la salud sexual de la comunidad gay.
Mucho trabajo por hacer y a contrarreloj
El teléfono móvil ha supuesto una revolución en la vida sexual de muchas personas, en parte porque las apps a las que nos referimos están diseñadas y enfocadas a facilitar el encuentro con alguien cercano haciéndolo muy directo y sencillo, eximiendo a los usuarios incluso de cualquier conversación. De este modo supone una manera de escapar de los abusos que ocasiona en ciertos ámbitos y regiones el hecho de buscar encuentros homosexuales.
Tanto Wing-Sie como el informe de la ONU matizan el hecho de que es vital que las aplicaciones participen en la prevención de este contagio, tanto activamente de cara a sus usuarios como colaborando en la recogida de información para seguir con las investigaciones epidemiológicas. También recuerdan que una correcta educación sexual representaría una gran ayuda para la prevención, más aún cuando se trata de un público de estas edades.
Vía | The Guardian
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