Si te gusta la fotografía, encontrar un teléfono para ti es muy fácil (pero seguramente te salga caro). Si buscas un teléfono a prueba de caídas y golpes, también. Aunque son rara avis, tampoco debería costarte mucho encontrar un teléfono compacto. Pero hay personas que no obedecen los targets habituales y para los que comprar un teléfono sigue siendo una tarea complicada. Se acerca el Día del Padre y otro año más voy a intentar encontrar el móvil perfecto para el mío. Algo me dice que no lo voy a encontrar.
Hay tipos de padres relativamente fáciles de encajar y satisfacer comprándoles un móvil, pero no es el caso del mío. Así que este artículo sirve como petición de ayuda para quien pueda echarme una mano y como una especie de grito de auxilio, porque seguramente no esté sola en esto. Hay perfiles que no puedes encajar o simple y llanamente no hay teléfonos para esas personas. Servidora al menos todavía no los ha encontrado.
Por edad (67) podría pensar en regalarle un teléfono para mayores, probablemente el segmento que mejor encaje para su perfil. Mi padre no es una persona tecnológica, por lo que lo más importante es que tenga un móvil que le permita hacer y recibir llamadas. ¿Y un feature phone? Con esta necesidad primaria y real lo primero que he pensado siempre es en los míticos y fiables Nokia de toda la vida. De hecho, su teléfono actual es un Nokia 5310 que no está a la altura de lo que él espera de un teléfono (para mí, cumple mínimos).
Buscando un imposible
Porque mi padre no es impermeable a las bondades de poder buscar información en internet y hay otro punto que para él resulta fundamental: que tenga una buena cámara para hacer fotos y vídeos. Su terminal actual carece de internet y su cámara VGA es más bien testimonial. Y bueno, lo de "cámara buena" es relativo: le gustan las fotos de calidad, pero en la práctica lo va a usar sobre todo para ver cómo evoluciona la huerta, su perro y tomar una foto a ese coche que está mal aparcado. Escenarios en general con buena visibilidad y poco movimiento. Lo de la cámara decente por un lado e internet por otro lo abocan a que sea un smartphone.
... pero no. El punto más crítico es el diseño y no os voy a engañar: me recuerda a cuando Agnes Simpson quería toda su compra en una bolsa pero que no pese. Así, es imprescindible que sea lo más compacto y ligero posible pero que tenga una pantalla grande y con botones igualmente grandes para que pueda manejarse y verlo bien. Lo táctil no es una opción, habida cuenta del tamaño de sus dedos y de lo poco que se apaña con este tipo de interfaces. Aquí es cuando esta operación móvil-día-del-padre-2023 se convierte en un ascenso al Everest en salones: se apaña con el botón "gordo" para navegar y llamar, pero no le pidas que meta un contacto en la agenda porque 1. no va a saber. 2. los botones son demasiado pequeños.
No solo lo quiere compacto, si no que también va a llevarlo consigo al campo metido en un bolsillo de su pantalón o de la camisa, lo que garantiza un riesgo de caída elevado. No sería el primer teléfono que se le cae a la acequia (ni me atrevería a decir que el último). Así que la resistencia es una cualidad a considerar para no tener que regalarle otro móvil dentro de dos meses. ¿Y un ruggerizado?
Dentro de esas cualidades deseables está la autonomía: le parece total y absolutamente incomprensible que sus hijas carguen sus teléfonos a diario, por lo que desearía un terminal cuya batería durase unos cuantos días. La realidad es que a día de hoy su teléfono lo usa para llamadas y poco más y en este sentido cumple, pero si también navegase por internet e hiciera más fotos, quizás la cosa cambiaba. Los ruggered vuelven a ganar enteros, pero volvemos a una de sus premisas sine qua non: que no pese y no sea grueso para poderlo llevar sin que le moleste.
Hasta hace un par de años el teléfono de mi padre era un Nokia 5200 heredado de mis tiempos mozoa. Le gustaba la compacidad, la pantalla a color, las teclas y que tenía cámara, aunque los botones eran pequeños y la cámara estaba lejos de sus expectativas. Asimismo el acabado en plástico desenfadado y colorido no le parecía el mejor.
Se me olvidaba: no puede faltar la radio FM. Houston, tenemos un problema y cero candidatos a solucionarlo. Todo apunta a que le tocará esperar otro año para cambiar de teléfono. Mientras tanto, estaré atenta al sector por si apareciera ese unicornio en forma de móvil perfecto para mi padre.
Portada | Montaje con Foto de Sound On de Pexels y Public Domain Pictures
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