Aunque la posibilidad de pagar en comercios o hacer transferencias entre personas desde el móvil son opciones que ya llevan años disponibles, no ha sido hasta este mismo año cuando los pagos móviles han vivido su auténtico boom. Gran parte de la culpa de ese mayor interés por una nueva forma de pago la tienen tanto fabricantes de móviles como operadores, que quieren hacerse con parte de un negocio tradicionalmente de los bancos.
Y mientras Samsung Pay empieza a rodar en España o Vodafone sigue añadiendo funciones a su Wallet, una buena parte de los bancos del país están preparando su propia plataforma, de nombre Bizum, que empezaría a rodar en una fase inicial de pruebas en el mes de julio. Pero desde la CNMC ya han advertido a los protagonistas de que les vigilarán con lupa, para que no incurran en prácticas anticompetitivas.
Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Popular, Bankia, Liberbank, Banco Cooperativo, BMN o Bankinter entre otras entidades están preparando una plataforma móvil para no dejarse comer el terreno por nuevos actores. De esta manera, la aplicación que pondrán en manos de sus clientes permitirá hacer transferencias instantáneas entre usuarios particulares, pero también buscará ser un método de pago en tiendas.
Cuidado con unir fuerzas, dice el regulador
El movimiento, del que de momento están descolgados ING y EVO Banco, es algo totalmente lógico. Los bancos se tienen que protegen ante los ingresos que pueden perder por culpa de las nuevas opciones de pago con el móvil como herramienta, y de hecho cuentan con el respaldo del Banco de España y la Comisión Europea, pero desde la CNMC ya se han encargado de advertirles de que vigilarán todos sus pasos.
La sociedad tras la plataforma todavía está por constituir y el reparto de las acciones de la misma será en función de la cuota de mercado en pagos de los bancos, pero de lo que se tendrán que asegurar sus socios fundadores es que no se pone trabas a la competencia. Por ejemplo, tendrán que permitir que cualquier banco que no esté de inicio en el proyecto pueda sumarse posteriormente.
Además, al concentrarse en torno a Bizum gran parte del sector bancario español, tendrán que ser especialmente cuidadosos con las tarifas que aplican a sus servicios. Si Competencia considera que sus comisiones por transferencias entre personas o la que cobrarán a los comercios por aceptar su método de pago son demasiado bajas, pudiendo impedir la competencia de otros actores, pueden tener problemas.
De todas maneras, bienvenido sea Bizum. Cuanta más competencia haya en un sector como el de los pagos móviles, en plena ebullición, mejor será para los usuarios, por la pelea tanto en tarifas como en desarrollo tecnológico. Otro punto aparte es que se de una fragmentación demasiado elevada, pero para evaluar esa posibilidad todavía tendrá que pasar un tiempo.
Vía | Expansión
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