En un mercado copado por marcas procedentes del mercado asiático una pequeña startup alemana se quería hace su hueco con un smartphone diferente. Se trataba del Linshof i8, un teléfono que además de destacar por su procesador octa-core o los 80 GB de memoria interna que prometía llamaba la atención por un diseño bastante peculiar.
Construido en gran parte con aluminio el Linshof i8 era un terminal que apuntaba a llamar la atención por su extrema delgadez y sus esquinas angulosas. Pero si estabais interesados en haceros con este teléfono os podéis ir olvidando de ello ya, y es que Linshof acaba de anunciar que pone fin a su proyecto ante el abandono de los inversores que les apoyaban.
Adiós al smartphone alemán. En un escueto comunicado Linshof se despide debido a que los inversores tras ellos han decidido retirarse del proyecto por sus propias razones. La marca agradece el apoyo prestado hasta ahora pero también remarcan que nunca admitieron pre-reservas, donaciones ni similares, por lo que se despiden sin más deudas con los usuarios que la decepción de nunca llegar a ver sus creaciones.
El Linshof i8, que además iba a llegar acompañado por una tablet, iba a contar con un procesador MediaTek MT6795 de ocho núcleos a 2.1 GHz, 3 GB de RAM y 80 GB de memoria interna. Su pantalla sería SuperAMOLED de cinco pulgadas con resolución FullHD y las cámaras las pondría Sony, con 13 megapíxeles en la trasera y ocho megapíxeles en la frontal.
Tampoco faltaban otras características atractivas, como un puerto HDMI, USB OTG, conectividad 4G, una batería de 3.000 mAh o el último Android directamente de fábrica. Todo ello en un precio que rondaría los 300 euros, en una estrategia de terminal de gama alta a precio contenido similar a la de OnePlus, pero como ya hemos dicho, finalmente nunca llegaremos a conocer el Linshof i8.
Vía | AndroidCentral
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