China está comprando máquinas para hacer chips como si se fueran a acabar. Y tienen motivos para ello. El motivo es que, en 2023 vimos varios movimientos muy importantes en la guerra tecnológica y comercial entre China y Estados Unidos que empujaron al gigante asiático a mover ficha. El más crítico es el recrudecimiento de las sanciones comerciales por parte de Estados Unidos que impide que China compre las máquinas más avanzadas con tecnología occidental.
Por eso, y adelantándose a esas sanciones, China invirtió en 2023 más de 40.000 millones de dólares en compras de equipos para fabricar chips. Esto supone un 14% más que el año anterior y, sobre todo, han comprado máquinas de ASML, la empresa que está a la vanguardia de este tipo de equipos.
Objetivo: exprimir la tecnología desfasada para plantar cara a occidente
Ha llovido desde el veto a Huawei y el inicio de este conflicto, pero 2023 ha sido un año clave para la industria de los teléfonos móviles. El motivo, entre otros, fue el lanzamiento del polémico Huawei Mate 60 Pro con componentes no autorizados que no sólo fue un cohete en ventas en China, sino que ha conseguido comer terreno a los iPhone 15. Y su plan es vender el doble este 2024 mientras Apple intenta contrarrestar el golpe.
Lo más importante es que China ha demostrado que, a pesar de todas las sanciones, han podido crear un chip en una litografía de 7 nanómetros y con tecnología 5G incluida. Esto era algo que Estados Unidos no consideraba posible, al menos en este punto de la película, pero que Huawei ha podido conseguir gracias al apoyo de SMIC.
Los norteamericanos piensan que la tecnología ha sido robada, pero lo que cuenta al final del día es que, pese a todas las sanciones, China tiene un nuevo chip avanzado y la intención es la de empezar a fabricarlos en masa a partir de ahora. De hecho, hace unos meses el Gobierno presentó una hoja de ruta que detallaba los pasos a seguir para el fortalecimiento de la industria, y uno de ellos era invertir en comprar lo necesario para fabricar chips a gran escala.
Es posible que dentro de ese plan estén las numerosas operaciones que apuntan desde Bloomberg y que supondrían que China se ha gastado 40.000 millones de dólares en 2023 para comprar máquinas antes de que las sanciones se pusieran más duras.
Es algo que se intuía (aunque sin conocer las cifras apuntadas por Bloomberg) debido a que, hace unas semanas, conocimos que China estaba comprando muchísima maquinaria de generaciones anteriores para poner a sus mejores ingenieros a trabajar e intentar crear chips avanzados a toda costa.
Según el medio norteamericano, las importaciones que se dispararon fueron las procedentes de Países Bajos -casa de ASML- y, sobre todo, en diciembre. Se estima que, durante el último mes, las importaciones de ese país subieron casi un 1.000% respecto al mismo mes del año anterior, suponiendo 1.100 millones de dólares.
Fue el momento exacto antes de la entrada en vigor de las nuevas restricciones norteamericanas. Eso sí, hay que recordar que, antes de que este nuevo veto entrara en vigor, el gobierno de los Países Bajos ya paralizó una operación para que China no pudiera conseguir las máquinas más avanzadas de ASML.
Así que, China no puede acceder a la tecnología más avanzada en maquinaria para fabricación de chips, pero su plan es exprimir al máximo la que ya tienen para poder fabricar chips en 5 nanómetros en masa e, incluso, acercarse a los 3 nanómetros. Será una tarea complicadísima, pero no pueden hacer otra cosa por el momento.
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