Esta historia comienza junto con el lanzamiento del Samsung Galaxy Note 3. Fue ese el primer teléfono de Samsung en el que nos encontramos una pegatina bien grande en la caja, que explicaba una nueva política de la marca: el teléfono no podría funcionar fuera de Europa si antes no se había insertado en él una SIM europea.
Desde entonces han sido distintos los teléfonos de los coreanos que han seguido incorporando esa restricción, con un pequeño cambio: no solo valdría con insertar la tarjeta, también hay que hacer por lo menos una llamada de cinco minutos para poder usarlo en otra región. Y esa pegatina sigue presente en el nuevo buque insignia de Samsung, el hoy puesto a la venta Galaxy S7.
Los usuarios que compren en un distribuidor de su región un Galaxy S7 no tiene que estar preocupado, esta restricción no les afecta para nada. Si acaso puede afectar a alguien que quiera comprar un teléfono en Europa para regalárselo a alguien de fuera, aunque lo único que tendrán que hacer antes de entregar el presente es hacer esa llamada para eliminar el bloqueo regional.
El problema viene con las redes móviles
La razón de ese bloqueo no busca para nada perjudicar a los usuarios, busca más bien poner trabas a los importadores/exportadores no oficiales. Antes de la aparición de esta restricción no eran pocas las tiendas que buscando los mejores precios (o los mejores márgenes para ellos) compraban los teléfonos a un distribuidor de un país fuera de su región.
Los móviles tienen distintas variantes para ser compatibles con las redes móviles de todos los países
El inconveniente de esta práctica es que en ocasiones los teléfonos tienen variaciones internacionales para funcionar en las redes móviles de cada región, por lo que sacar de su región un teléfono puede perjudicar al usuario. También no nos podemos olvidar de que enchufes en el mundo hay muchos, aunque con los que tenemos a día de hoy por nuestras casas no es un gran inconveniente.
Pero además del problema de tiendas importando variantes de teléfonos que puedan tener problemas con las redes, el problema también puede ser para el usuario que compara precios en tiendas de distintos países. Aunque a lo mejor en muchas ocasiones no resulte veces más económico, al comprar un teléfono a un país lejano podemos (de nuevo) encontrarnos con el problema de las redes.
Por todo ello, ningún usuario particular se debe alarmar por este bloqueo regional, que es más una protección para ellos, al impedir en parte adquirir un teléfono que no pertenezca a nuestra región.
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