Dada la facilidad que existe de encontrar a alguien con WhatsApp tras escribir un número de teléfono cualquiera, las denominadas como "estafas de suplantación de identidad" son cada vez más comunes: en ellas siempre aparece un número extraño que asegura ser una persona conocida. Y no hay que confiarse: hará lo que sea para obtener desde una transferencia de dinero a datos privados del dueño del teléfono.
Las estafas por SMS son tan comunes que seguro que todos hemos recibido más de un mensaje avisando de que tenemos un paquete pendiente por recoger, de que nuestro banco necesita las claves para desbloquear la cuenta y decenas de variantes más de este modo de operación: hacerse pasar por una entidad conocida para engañarnos. Y lo mismo ocurre en WhatsApp con las personas: romper la barrera del anonimato hace que confiemos en aquel que nos habla, incluso aunque no aparezca como conocido. Como avisa la Policía Nacional, supone un enorme riesgo.
No te dejes engañar por la cercanía del mensaje
¿Cariño?...🤔
— Policía Nacional (@policia) July 16, 2022
Eres adorable pero...
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Las estafas de suplantación de identidad aprovechan la familiaridad del lenguaje para que nos fiemos de quien nos habla del otro lado del teléfono. Y todas están cortadas por el mismo patrón, con independencia de que recibamos las comunicaciones por WhatsApp, email o SMS: usan un lenguaje cercano para demostrar con ello familiaridad; sin que los mensajes ofrezcan datos concretos de las personas a las que suplantan.
Las estafas haciéndose pasar por madres y padres son habituales, también aquellas que se hacen pasar por otros familiares y amigos para obtener algún tipo de ayuda, por lo general monetaria. Tal y como denunció Policía Nacional en las redes sociales, este tipo de engaños a través de WhatsApp se encuentran en plena expansión.
El método de actuación siempre es el mismo: los estafadores envían un mensaje amigable de forma indiscriminada y esperan hasta que reciben alguna respuesta que les permitan continuar con la estafa. Suelen hacerse pasar por el padre, la madre, un amigo o un familiar lejano siguiendo este patrón:
- El número de WhatsApp que envía el mensaje no estará entre tus contactos: será desconocido.
- Siempre se hará pasar por una persona cercana y que te conoce.
- El mensaje de gancho nunca especificará datos demasiado concretos. No dirá el nombre de tu madre o el de tu amigo, por ejemplo.
- Es habitual que contenga faltas ortográficas y/o una escritura que no cuadre con la persona suplantada.
Lo mejor es ignorar esos mensajes y bloquear al número: cualquier respuesta implicará cierto interés por parte del estafado; lo que permitirá al estafador iniciar el proceso de engaño. Suele ser común que pida dinero porque está pasando problemas económicos, porque se dejó la cartera y el móvil en casa o porque le robaron todo lo que llevaba encima. El estafador intentará en todo momento mantener el personaje hasta obtener un número de cuenta, una transferencia, un Bizum, las claves del banco o cualquier otro dato privado. Hay que andar con mucho cuidado de no caer en la trampa.
Hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de que alguien cercano haya perdido realmente el teléfono e intente contactar a través de WhatsApp para solicitar ayuda. En estos casos resulta imprescindible analizar con lupa el mensaje y contrastarlo con las comunicaciones habituales. ¿Escribe de la misma manera, usa las palabras habituales? Incluso se le puede pedir un selfie, a ver cómo reacciona.
Más información | Policía Nacional