Cambiar de operador manteniendo el número es un derecho de los usuarios que en ocasiones puede verse interferido de manera irregular sin que la causa quede clara, con el consiguiente engorro de tener que volver a solicitar la portabilidad hasta que el operador donante decida aceptarla.
En ocasiones, estas cancelaciones se producen por algún error en los datos de la solicitud que debe ser realizada por el mismo titular en los diferentes operadores pero otras veces, nos encontramos ante prácticas de dudosa legalidad que podrían salir muy caras si llegan a confirmarse.
El caso que conocemos hoy es que la CMT ha abierto un proceso sancionador contra Vodafone tras la denuncia de Telefónica por la presunta cancelación de portabilidades de clientes empresa sin motivo alguno, principalmente entre 2011 y marzo de 2012.
De confirmarse la irregularidad, la multa sería cinco veces superior al bruto obtenido como consecuencia de dicha infracción y en caso de no poder calcularla, el total podría ascender hasta los dos millones de euros. No obstante, Vodafone ya ha confirmado que presentará alegaciones ante lo que consideran “hechos puntuales y excepcionales” que se producen también de forma recíproca y que tienen un impacto “mínimo” en el mercado.
Ahora que el proceso de portabilidad está centralizado ¿No crear un mecanismo para que el regulador sea el único que pueda cancelar la portabilidad tras la petición expresa del cliente y así acabar con este tipo de prácticas?
Vía | Europapress.
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