Las llamadas comerciales continúan en el punto de mira incluso después de que las grandes operadoras españolas acordasen un código de buena conducta: en una reciente sentencia del juzgado de primera instancia número 11 de Zaragoza, Vodafone fue obligada a indemnizar a un afectado de recibir continuas y repetidas comunicaciones comerciales en nombre de la operadora.
A todos nos ha ocurrido más de una vez. Estamos en mitad de la hora de la siesta (incluso de noche), relajados en el sofá, a punto de aflojar la mente en favor de unos minutos de descanso... y suena el teléfono con una supuesta oferta telefónica que no hemos solicitado. Este comportamiento comercial, que en algunos casos raya lo abusivo, tenía los días contados a tenor de un reciente acuerdo entre las operadoras. O eso parecía.
Vodafone debe indemnizar con 6.000 euros a un afectado por llamadas comerciales
La reciente sentencia en el juzgado zaragozano zanja un camino cuesta arriba que un afectado por las llamadas comerciales abusivas inició tras ser incapaz de detenerlas. Como explica El Confidencial, las llamadas comerciales se iniciaron de manera constante a finales de 2019 y siempre en nombre de Vodafone. Desde ese inicio, las comunicaciones no cesaron en ningún momento incluso aunque el afectado se puso en contacto con la operadora.
Tras diversos intentos de detener el aluvión de llamadas, sin éxito, se inició un proceso judicial que culminó el pasado 10 de febrero en el juzgado de Zaragoza. Con la sentencia impuesta a Vodafone, primera relacionada con la vulneración de la intimidad, la operadora está abogada a abonar 6.000 euros por daños y perjuicios.
Como suele ocurrir en el ámbito de las llamadas comerciales, son terceras empresas las que llaman; en busca de clientes para obtener parte del coste de las altas en forma de afiliado. Así lo argumentó Vodafone según el testimonio recogido por El Confidencial:
"Estamos estudiando recurrir, creemos que no se han valorado bien las pruebas. No todas las llamadas se realizaron desde un número de Vodafone".
La sentencia puede recurrirse y Vodafone estudia hacerlo, aunque no ha iniciado aún los trámites para ello. Con la sentencia se pone de manifiesto el enorme problema que suponen las llamadas comerciales no deseadas, el denominado como "cold calling". En principio las operadoras habían acordado limitar este tipo de comunicaciones, está por ver si realmente lo consiguen.
Vía | El Confidencial
Ver 5 comentarios