China es diferente: una app propone que pagues por oír las respuestas de los famosos

Se nos conoce por nuestros actos, y China es diferente, es una expresión que habremos oído cientos de veces y que se corresponde bastante bien con la realidad. Se trata de otra cultura y de otras costumbres, y lo que allí parece completamente normal es un espectáculo cuando se observa desde fuera, simplemente porque no somos capaces de comprender qué es lo que les hace comportarse así.

Hablamos de un país en el que copiar lo que hacen otros se considera un homenaje, y que te copien es un honor, y un país con tal potencial de usuarios cuyos servicios propios, como WeChat, rivalizan con otros a nivel internacional, como WhatsApp. Lo último que se lleva en China es una app, Fenda, que te propone que pagues por oír las respuestas de famosos y expertos. Tal cual.

Respuestas de un minuto

Literalmente es lo que significa Fenda cuando lo escribimos como una expresión y no como el nombre de la aplicación para móviles. Fen da significa "respuestas de un minuto" y es exactamente el formato propuesto por la aplicación para que se contesten las cuestiones recibidas. Pero es que el funcionamiento de la misma es más que curioso y merece la explicación detallada.

En Fenda podemos registrarnos tanto si somos unos cotillas, algo que aquí en España podría triunfar sin problemas, como si pensamos que tenemos algo que aportar a los usuarios. Bien porque seamos un experto reconocido en algún tema, porque queramos llegar a serlo o simplemente porque seamos un personaje famoso que pueda atraer la atención de suficientes usuarios.

Durante el registro, además de definir qué somos y qué podemos aportar a la aplicación, fijamos un precio, el que creemos que otros usuarios deben pagar por escuchar nuestras respuestas. Esto, que parece bastante WTF, no queda ahí sino que nosotros, los expertos o famosos, también tendremos que pagar para poder responder preguntas. Las preguntas tampoco son gratuitas y la aplicación se lleva, cómo no, el 10% de todo el dinero que allí se mueve.

El procedimiento resumido sería el siguiente. Primero, alguien paga por hacer una pregunta. Segundo, el consultado paga por responderla con un mensaje de audio de un máximo de 60 segundos de duración. Tercero, cualquier usuario que quiera oír la pregunta, salvo el que preguntó y ya pagó inicialmente, ha de pagar el precio fijado por el experto o famoso.

Wang Sicong y el atractivo de Fenda para los famosos

Un ejemplo: una respuesta Wang Sicong, el hijo del hombre más rico de Asia, a la pregunta de "¿Qué es lo que no puedes permitirte en tu vida?" decía tal que así:

Hablando de las cosas que se venden con normalidad, no hay nada que no me pueda permitir. Desde una perspectiva filosófica, hay muchas cosas que no se venden, como la dignidad o la libertad, y no pueden ser compradas como tal. Pero como chino, como chino que ha nacido y se ha criado en China, me lo pensaría dos veces a la hora de comprar ciertas cosas que pudiesen hacerme parecer extravagante y pudiesen enfadar a la gente.

Una respuesta de 45 segundos con más de 20.000 escuchas pagadas, lo que supuso para Wang Sicong unas ganancias de 1.500 dólares, o de 1.200 euros por 45 segundos. Hablamos de cifras astronómicas pues hablamos de un país con más de 1.400 millones de habitantes, y de un personaje como Sicong, pero aún así vemos el atractivo de Fenda para los famosos.

En conclusión, si eres un experto reconocido o un famoso con suficiente tirón para que muchos quieran oírte, puedes sacarte un dinerito respondiendo preguntas de tus seguidores. Siempre que ellos quieran pagar por oírte, por supuesto, porque si ya cuesta que la gente pague por usar servicios que le son realmente útiles, ¿pagarían por obtener información en este formato?

De los expertos al famoseo sin pasar por la casilla de salida

Esta aplicación, que parece haber sido diseñada a modo de una suerte de Quora en formato audio y de pago, un Ask me anything de Reddit llevado a otro terreno, parece estar triunfando en China pero no precisamente gracias a las preguntas a expertos sino por los cotilleos, por esa curiosidad innata por saber qué es lo que tienen que decirnos los famosos simplemente por el hecho de serlo.

Decenas de miles de descargas en pocos días con muchos famosos chinos pagando por responder preguntas de sus seguidores y llenándose los bolsillos. En España no sería distinto, aquí las preguntas no irían dirigidas a catedráticos ni expertos en sus respectivos campos científicos, ni a escritores ni profesionales de distintos sectores.

Aquí, seamos sinceros, las preguntas las responderían famosos y futbolistas, y pare usted de contar. Es sorprendente la capacidad que tenemos los seres humanos de desvirtuar cualquier servicio mínimamente útil que cae en nuestras manos.

Vía | QZ
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