A todos nos ha pasado: vas en busca de una terraza en la que sentarte para tomar algo y de manera irracional, descartas aquella que está vacía prefiriendo, casi sin dudarlo, la que está abarrotada de gente. Es peor estar en un sitio lleno de gente pero "algo tendrá para que todo el mundo quiera ir allí" es el pensamiento recurrente para la mayoría.
Pues bien, a los estudiosos del marketing no se les podría pasar esto por alto y no es la primera vez que escuchamos que se paga a figurantes para hacer colas o acudir a eventos. Pero ahora las cosas van un paso más allá con una aplicación que se encarga de hacer de intermediaria entre las empresas y los figurantes, los cuales reciben entre 5 y 100 dólares por asistir a estos establecimientos.
Surkus te paga por hacer bulto
La aplicación en cuestión se llama Surkus y su creador, Stephen George, parece estar plantándole cara al habitual modelo de captación de clientes a pie de calle y relaciones públicas con su creación. La aplicación paga (previa solicitud del establecimiento) a personas para que hagan cola en los restaurantes, discotecas o eventos varios.
Estos figurantes reciben una cantidad que oscila entre 5 y 100 dólares, y tras registrarse en la aplicación son elegidos mediante un "casting" realizado por un algoritmo, que es capaz de elegir el cliente perfecto segmentando según la edad, estilo de vida, localización e incluso su nivel de actividad y presencia en redes sociales.
Controlados por geolocalización
Los figurantes no tienen obligación (ni mucho menos un contrato firmado) para acudir a su curioso "puesto", pero la aplicación les controla mediante geolocalización para asegurarse que asisten y que permanecen en el lugar el tiempo acordado. De no cumplirse por cualquiera de los motivos que establecen en sus términos del servicio, simplemente, no cobrarán el importe acordado.
La aplicación cuenta por el momento con más de 150.000 miembros en Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Miami y San Francisco, y aseguran que los figurantes con perfiles muy activos pueden llegar a embolsarse un sobresueldo de hasta 4.000 dólares por año y aquí es donde comienza parte del debate.
Las mujeres como reclamo
Pese a que Surkus lleva ya un par de años funcionando y no ha salido de Estados Unidos, es inevitable pensar que de seguir creciendo, sus servicios se pudieran seguir extendiendo a otros países. De ser así estaríamos hablando de una empresa que paga a gente por realizar un "trabajo" que requiere asistencia y con pagos de por medio que por el momento, carecen de regulación, por lo que estarían completamente libre de impuestos y los gobiernos no tardarían en levantar la liebre.
Otro punto es el mencionado en The Washington Post, donde aseguran que las mujeres cobran más por funcionar como mejor reclamo, es decir, el equivalente a que las chicas pasen gratis a las discotecas de toda la vida, algo que también entraría en tela de juicio por sus claras connotaciones machistas.
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