Las cosas evolucionan, y de vez en cuando distintas mentes convergen en un mismo pensamiento que produce un gran salto evolutivo. El siguiente, a nivel de seguridad, será el que provoque el fin de las contraseñas tal y como las conocemos. Lo quieren hacer tanto Apple como Google y Microsoft, y ya han sellado algún acuerdo, así que Apple le dedicó algo de tiempo ayer en su WWDC de 2022.
La solución de los creadores del iPhone se llama Passkeys y la compañía ya las había anticipado en el pasado. En las betas de iOS 15 ya llegaba la compatibilidad con las mismas pero siempre es buen momento para ponerlo todo en orden. Para saber qué son estas Passkeys y cómo nos afectarán en el día a día, porque Apple asegura que son imposibles de robar y de falsificar.
Claves biométricas imposibles de robar y de olvidar
Con el paso de las generaciones, más y más dispositivos de Apple en activo han ido contando con sistemas de identificación biométrica. Primero llegó Touch ID, luego lo hizo Face ID y ahora estos dos sistemas conviven en muchos productos del fabricante norteamericano. Son tantos ya que la compañía ha decidido dar un paso más en materia de seguridad y por eso ha desvelado sus Passkeys.
El anuncio ya llegó el pasado año, en la WWDC de 2021, a través de una conferencia llamada 'Avanzar más allá de las contraseñas'. No se trata de un movimiento único de Apple, como hemos dicho, pues tanto Google como Microsoft tienen sus propios planes para lograrlo. Pero Apple ha vuelto a dedicarle un hueco a Passkeys pues se trata de una de las novedades estrella que llegará cosida a iOS 16.
De forma muy resumida, lo que Apple hace es emplear o bien nuestra huella digital (Touch ID) o bien nuestro rostro (Face ID) como identificador único para todo tipo de servicios web. Servicios compatibles, claro. Bastará con que utilicemos la huella o el rostro durante el registro en estas webs para que se cree un identificador único para cada uno de estos accesos, una suerte de contraseñas cifradas que no sólo no nos podrán robar, pues es nuestra biometría, sino que tampoco podremos olvidar.
Cada uno de los identificadores será único, se crearán en el interior del teléfono y nunca saldrán hacia el exterior salvo en el momento de la identificación en la página web o servicio correspondiente. Ya no habrá que recordar la clave de Netflix, de Amazon o de Gmail nunca más. Asomaremos la cara a la cámara y el iPhone se encargará de que la web nos dé acceso a nuestra cuenta.
Según contó Apple en su momento, Passkeys estará basado en el protocolo de autenticación web FIDO, una alianza en la que no sólo está Apple sino también las citadas Google y Microsoft. La eliminación completa de las contraseñas no está cerca pero la compañía ya facilita las herramientas para que las webs vayan adaptándose a esta nueva forma de identificación. Veremos si con la presión conjunta de Apple, Google y Microsoft asistimos a una migración rápida. Sin descuidar a los que aún prefieran los registros antiguos, claro está.
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