Durante bastante tiempo, la pandemia parecía no afectar a un sector tecnológico que continuaba aumentando las ventas trimestre tras trimestre, aupado por la necesidad de una población que necesitaba estar más conectada que nunca por diversos motivos como el teletrabajo. Sin embargo, se empiezan a notar sus efectos.
Son varios los fabricantes que han alertado ya de que se sufren retrasos en las entregas de componentes debido a los cierres y paros en fábricas a causa del COVID-19 en diversas partes del mundo. El último en alertar ha sido Foxconn, el ensamblador de cabecera de Apple. La multinacional taiwanesa advierte que los problemas de suministro de procesadores continuarán hasta el año próximo.
Foxconn ya sufre retrasos de hasta 52 semanas
Como decimos, el último en dar la señal de alarma ha sido Foxconn, el emsamblador de la mayoría de productos de Apple. La compañía ha indicado que los cierres de fábricas en India debido a los brotes incontrolados de COVID-19 están provocando que los problemas de suministro globales se vean agravados. Éstos se suman a los problemas de las fábricas chinas, que ya venían suministrando pedidos de menor tamaño del esperado.
Cuenta Foxconn que la producción de iPhone en una de sus plantas indias se redujo a la mitad tras un brote de más de 100 empleados de la empresa allí. Todo está sumando a que los retrasos se acumulen y que los plazos de llegada de los productos al mercado se alarguen, al tiempo que se reduce el volumen de los mismos.
"La escasez de componentes en el segundo trimestre será más severa que en el primer trimestre”, dijo el presidente Young Liu en una conferencia telefónica. Reiteró comentarios anteriores de que la escasez puede persistir hasta el segundo trimestre de 2022 y que el impacto en sus negocios no superará el 10% [...] La escasez de componentes ha empeorado desde finales de marzo y el plazo de entrega de algunas piezas es ahora de hasta 52 semanas"
Foxconn advierte que estos problemas de suministro no tienen pinta de que vayan a acabar pronto. La multinacional taiwanesa ya ha indicado que esta escasez puede prolongarse hasta el segundo trimestre del próximo 2022, por lo que aún nos quedaría prácticamente un año de dificultades de suministro a distintos niveles, siendo especialmente graves los de los procesadores móviles y otros semiconductores.
Vía | 9to5Mac
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