El iPhone fue un dispositivo revolucionario. Ya había algún smartphone cuando, en 2007, Apple presentó su iPhone en una Keynote mítica, pero aunque el hardware era increíble, había dudas con el software. ¿Cómo se iba a aprovechar esa potencia y esa enorme pantalla multitáctil si no parecía haber más aplicaciones que las preinstaladas?
Apple tenía una solución (bastante chapucera y en la que profundizaremos ahora), pero realmente fue la comunidad hacker quien impulsó la creación de la App Store. Sí, fueron ellos los que dieron muchos dolores de cabeza a Apple con el jailbreak, pero también quienes permitieron que los usuarios aprovecharan, de verdad, sus iPhone. Al menos durante un tiempo.
¿Que querías lanzar una app para el iPhone? Te tenías que conformar con una WebApp
A la presentación del iPhone 2G le siguió otra presentación para desarrolladores. Estaba claro que un dispositivo así tendría que ser alimentado con lo que hoy conocemos como 'aplicaciones', pero en la época... la cosa estaba un poco verde.
No había tienda de aplicaciones, la App Store era algo que ni imaginábamos en aquella época, pero la solución que propuso Jobs fueron las WebApps. Actualmente, una WebApp tiene mucho sentido para ahorrar espacio en el almacenamiento, pero con el primer iPhone, era la única manera de tener "aplicaciones", entre muchas comillas.
Jobs vendió la solución como algo perfecto tanto para usuarios como para desarrolladores, ya que el usuario tendría un acceso directo a través de Safari que no ocuparía espacio en el almacenamiento mientras que el desarrollador tendría todo el control de las actualizaciones y el desarrollo. Básicamente, la página web corría en los servidores del desarrollador, así que Apple no intervenía para nada.
También se presentó esta característica como una solución muy segura porque, de nuevo, no estabas descargando absolutamente nada. Como te puedes imaginar, a muchos usuarios no les hacía gracia esto porque no aprovechaba, ni de casualidad, el potencial del iPhone.
Hackear el iPhone era la solución. Apple podía convertirlo en un ladrillo
Y, claro está, si alguna vez has probado una WebApp, sabrás que son funcionales, sí, pero hay una diferencia enorme en rendimiento y experiencia de usuario si ponemos, por ejemplo, la WebApp de YouTube y la app nativa de YouTube frente a frente.
Eso significa que las aplicaciones nativas del iPhone eran mucho mejores que las WebApp y eso no gustó. Por eso, un grupo de hackers crearon pocas semanas después del lanzamiento del iPhone el jailbreak ("escapar de la prisión", más o menos) y es el equivalente al root en Android. No lo veas como una forma de "liberar" el iPhone, ya que no es así. No del todo.
Sí, se podía utilizar con fines oscuros, pero el jailbreak ayudó a sortear algunos límites absurdos impuestos por Apple y, además, se creó Installer. Era una forma de poder instalar aplicaciones de terceros en el terminal y, en cuanto Apple lo descubrió, mandó un aviso en el que decía que esos programas no autorizados por Apple podrían dañar el dispositivo y que en futuras actualizaciones de software, pueden hacer que el iPhone sea inoperable si descubren el jailbreak.
Los de Cupertino no tardaron en reaccionar y, en octubre de 2007, anunciaron que tendrían listo un SDK para que los desarrolladores pudieran empezar a experimentar y crear apps para el iPhone en febrero de 2008.
La App Store llegó un año después
Installer había sido una buena solución para descargar apps nativas para el iPhone, pero aunque hubiera desarrolladores con buenas intenciones, también había algunos que podrían ser todo lo contrario, buscando infestar el iPhone con malware.
Steve Jobs lo sabía uy, cuando anunciaron el SDK, confirmó que estaban intentando crear una solución que contentara a desarrolladores, pero también que permitiera que los iPhone continuaran siendo seguros, ya que era el móvil más avanzado de la historia y un objetivo muy jugoso.
Al final el SDK se lanzó en marzo de 2008 y permitía que, usando Xcode, los desarrolladores programaran aplicaciones tanto para iPhone como para el iPod Touch. ¿Y cómo se distribuirían estas apps? A través de la App Store.
La tienda se anunció en el evento de presentación del iPhone 3G y la versión final vio la luz con el lanzamiento del teléfono, en julio de ese año. Lo demás es historia: un millón de aplicaciones sólo cinco años después, dos millones en 2016 y actualizaciones que la han convertido en un escaparate genial para aplicaciones gracias a los App Store Awards.
Ahora, la tienda de Apple está más que consolidada, pero la compañía se enfrenta a un nuevo reto: permitir que haya tiendas alternativas a la App Store. Esto es algo que todavía no sabemos cómo se desarrollará, pero podría cambiar para siempre la plataforma
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