Estamos cercanos a terminar un nuevo trimestre de ventas, ingresos y gastos - también juicios -, con la cifra de los 500 millones de iPhones vendidos pendiente de ser confirmada. Toda esta historia de éxito podríamos decir que comenzó con el primer iPhone, por lo tanto siempre es interesante conocer detalles de dónde y cómo se gestó.
Wall Street Journal realiza una entrevista a Greg Christie, uno de los ingenieros de software encargados del desarrollo del primer iPhone, algo siempre interesante teniendo en cuenta que Apple no es especialmente abierta a contar cosas sobre sus equipos de trabajo, ni por dejar que los integrantes se comuniquen con los medios.
Secretismo dentro de Apple, y un equipo muy reducido
Christie se montó en el tren del proyecto "Purple" - antes de ser iPhone - tras una invitación de Scott Forstall, y trabajó en elementos tan conocidos como el "deslizar para desbloquear", o el famoso rebote cuando se llega al final de una pantalla con desplazamiento.
Aunque no se dan detalles concretos sobre el número de integrantes del proyecto, sí nos deja claro que el número de personas era muy reducido, demasiado para algo tan importante, y las posibilidades de Apple.
Otro detalle importante era el secretismo, incluso entre miembros de la empresa. Él tenía dos encuentros mensuales con Steve Jobs para mostrarle los avances, y poca gente tenía acceso a esos encuentros en la habitación de desarrollo, que podéis ver en las imágenes. La información se encriptaba y el acceso estaba restringido.
Los prototipos iniciales contaban con pantallas táctiles de plástico y estaban encandenados ordenadores de sobremesa Mac que emulaban el funcionamiento de un dispositivo menos capaz, como el del hardware de un dispositivo móvil.
Steve tenía grandes ideas y conceptos que quería plasmar. Las bases del proyecto eran la pantalla táctil, nada de botones físicos, y la posibilidad de relacionar el dispositivos con las capacidades de reproducción de contenidos de la familia iPod, que terminaría derivando en la tienda que conocemos.
El jefe no estuvo inicialmente muy contento con los progresos, e incluso llegó a dar un ultimatum, con una ventana de dos semanas para mejorar lo que veía, o cambiaría a los responsables del desarrollo de interfaz de usuario.
Al final parece que las cosas salieron mejor de lo que se planteaba, con el beneplácito de otros pesos pesados como Jony Ive y Bill Cambell, que llegaron a comentar que el teléfono iba a ser algo más grande que el Mac.
Las tres personalidades aprobaron el proyecto en 2005, y de ahí en adelante, el trabajo completo supuso dos años y medios del tiempo de Greg y sus compañeros en Apple. Steve Jobs estuvo encima de cada pequeño detalle que se iban encontrando en el camino.
En los últimos seis meses antes de revelar el teléfono al gran público, los cambios no pararon, con ideas como una vista split-screen (vista partida), mostrando diferentes cosas. Steve consideró que eso no era una gran idea para una pantalla tan pequeña.
La apertura de Apple con esta entrevista puede tener mucho que ver con que a finales de marzo se tienen que encontrar de nuevo con Samsung por temas de patentes infringidas por parte de los coreanos, relativa a modelos antiguos. Parece que quieren que recordemos el gran trabajo que estuvo haciendo su personal durante años.
Vía | WSJ
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