Aprovechando la repercusión mediática del CES, Amimon ha presentado su apuesta para la transmisión inalámbrica de vídeo en HD para entornos domésticos. Se trata de un stick parecido a las memorias USB, pero que es capaz de transformar cualquier fuente de vídeo HDMI en un transmisor WHDI (Wireless Home Digital Interface).
WHDI tiene algunas ventajas importantes sobre otras tecnologías, como por ejemplo que opera sobre la banda de los 5 GHz, lo que le permite traspasar paredes con cierta soltura (o por lo menos más fácilmente que otras tecnologías como WirelessHD o WiMedia). Además, se centra en la transmisión de vídeo sin comprimir, por lo que requiere poco procesamiento en recepción, simplificando la complejidad de los dispositivos y evitando añadir artefactos de compresión a las imágenes.
Puede alcanzar tasas de 3 Gbps en canales de 40 Mhz, lo cual supera con creces las capacidades de otros estándares como Wi-Fi en su versión 802.11n, y es capaz de priorizar diferentes partes de la secuencia de vídeo mientras que otras tecnologías sólo pueden priorizar paquetes.
Es independiente del sistema operativo, por lo que resulta ideal para compartir vídeo de alta definición entre los diferentes equipos del hogar, sin embargo, en la actualidad ha de competir con tecnologías ya asentadas como Wi-Fi, que si bien no presentan tantas ventajas ni unas características técnicas tan impresionantes, sirven perfectamente para las necesidades de streaming de vídeo de los hogares medios actuales.
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