Dime qué aplicación es tu favorita y te diré de qué generación eres. Si eres de la Generación Z, entonces las apps más bajadas hablan chino: Shein y TikTok. Pero ojo porque la red social de los vídeos no es la única de Bytedance en el ranking. Hay una menos conocida pero que cuenta con 8,27 millones de descargas entre los jóvenes de 18 a 24 años de Estados Unidos entrevistados para este estudio encargado por Techcrunch a la firma Appfigures: Gauth, quédate con el nombre porque tiene todo para dar qué hablar.
Su potencial de crecimiento es enorme, primero porque es más joven y menos popular y segundo por todo lo que puede hacer. Lo sé porque instalé Gauth hace unos días en mi móvil y la he probado a fondo. En pocas palabras, es algo así como una especie de Google Lens vitaminado con inteligencia artificial. Una foto y los deberes ya están hechos.
Nota: aunque para el análisis hemos usado más materias y exámenes, por simplicidad ofreceremos tres disciplinas diferentes y en ella, la resolución a una cuestión propuesta. No obstante, dejamos a disposición de quien nos lee la posibilidad de usar los exámenes (con solución) y la app para ampliar.
Gauth se enfrenta a la EvAU
Tras descargar Gauth mi primera impresión fue que ojalá hubiera existido en mi época de estudiante, en la que había ocasiones en las que me atascaba, mis padres no sabían ayudarme, los ejemplos resueltos no me satisfacían y el profesorado no siempre estaba cuando me hacía falta. Había internet, pero el internet de los dosmiles era muy diferente a lo que hay ahora.
Eso sí, reconozco que ante esos desafíos yo acababa dándole una vuelta más, consultando con compañeras y tarde o temprano lo entendía y daba con la solución. La perseverancia y la destreza a la hora de resolver problemas también es una virtud que se entrena, pero sacar el móvil, abrir una app y tener la respuesta en segundos resulta una tentación demasiado golosa. Y lo sé porque sigo estudiando (idiomas) y los traductores con IA son un caramelo envenenado.
Porque así de fácil funciona Gauth: bajas la app gratis para iOS desde App Store o para Android desde Google Play Store, pones tu fecha de nacimiento (la primera vez simulé que era de 2014 y me impidió avanzar, pero basta con cambiar la ruleta del año a otro anterior y listo, no se comprueba) y a funcionar sin siquiera crearse una cuenta. Eso sí, antes es necesario conceder permiso de la cámara (también el de notificaciones, que rechacé), imprescindible para que vea los problemas a resolver.
A lo largo de estos días lo he puesto a prueba con las típicas ecuaciones de segundo grado que se te ocurren, pero habida cuenta de lo rápido y bien que las resolvía, le he puesto delante exámenes de la EvAU. Mis apuntes y conocimientos ya están algo oxidados, así que para ir sobreseguro, he ido comprobando con examen y solución. Por ejemplo, con el modelo orientativo para 2025 del examen de Matemáticas II de Madrid.
Modelo orientativo de Examen de Matemáticas II. Madrid
Abres la app, eliges la disciplina, apuntas con la cámara y haces la foto, momento en el que tienes que delimitar el cuadro donde se encuentra la pregunta a resolver. He ido probando con todos y cada una de las cuestiones de los diferentes bloques y Gauth me ha dado más penas y alegrías. De hecho, suspendería el examen ya que las preguntas respondidas correctamente son más bien pocas (ni una sola al completo).
Sin ir más lejos, intentando resolver una de las preguntas más asequibles (la 1.2, todo un clásico de sistema de tres ecuaciones con tres incógnitas) falla estrepitosamente y además los pasos no son los estándar (y la forma de plasmarla no es la más didáctica). El problema es que los resultados parecen correctos (si a la Eva joven al resolver este sistema de ecuaciones le hubiera salido X= -2,1, tendría claro que hay algo mal, pero si te sale 7 le ves sentido).
Después de pencar el examen de Matemáticas II, damos paso a la química, más concretamente al con el modelo orientativo para 2025 del examen de química de Madrid. ¿Por qué he elegido esta materia optativa? Primero hay preguntas de todo tipo, desde problemas numéricos con operaciones a razonamientos pasando por ajustes de fórmulas.
Modelo orientativo de Examen de Química. Madrid
Otra cosita ha sido Gauth con la química: aquí no solo aprueba, sino que lo hace con nota. La primera cuestión es obligatoria y la borda, pero también responde moderadamente bien a las dos opciones de la 2 y a los problemas de la cuestión cuatro, aunque patina un poco con los ejercicios prácticos de la cuestión 3. Eso sí, quizás se echen en falta métodos de resolución y gráficos habituales en bachillerato.
Así, en la 4B sería Verdadero/Falso/Verdadero/Falso y acierta 3 de 4: en la última asegura que es Verdadero cuando es Falso. Sorprendentemente explica bien por qué es falso: el enunciado propuesto menciona el etino como producto cuando en realidad es el eteno. No es infalible y mete la pata con una nimiedad: una alucinación en toda regla.
Después de salir airosas de química, cerramos esta jornada de EvAU con lengua, una materia cuyo comentario de texto se presta a cierta subjetividad, aunque los libros de texto y los criterios son claros a la hora de qué es lo esencial y cómo corregir. En este caso probamos con un modelo orientativo del examen de Lengua castellana y Literatura II de Madrid.
Modelo orientativo de Examen de Matemáticas II. Madrid
También aprueba lengua castellana y literatura, aunque más justito. Le meto el comentario de texto y las preguntas relacionadas de golpe, pero como no hay una solución concreta, consulto con algunos compañeros y compañeras con licenciatura en filología hispánica para que las respuestas y aunque mejorable, lo dan por moderadamente bueno.
Una lo cataloga como decente, escueto y al grano, aunque por ejemplo para la respuesta B esa respuesta debería 'ser más elaborada, señalando adjetivos, verbos, el tiempo verbal, etc...las tipicas cosas que te dan apoyo para luego decir que es un ensayo o reflexivo, o argumentativo o filosófico. Mi sensación es que son respuestas poco profundas, cortitas y al pie, de alguien que se sabe las cosas de memoria pero que no hay reflexión propia'. El otro además de darlo por aceptable se sorprende con toda la razón del mundo: es capaz de posicionarse sobre si está de acuerdo o en contra. En cuanto a las preguntas de literatura, ofrece información pero más bien es parca y escasa, aunque algunas décimas rascaría.
Al intentar pasar el análisis sintáctico a partir de la categoría de literatura, me manda a consultar a un profesor ante la imposibilidad de resolverlo. Pero pruebo con Idioma y acierto de pleno: la primera la resuelve completamente bien, aunque la segunda la deja más incompleta. Lo dicho: no le queda lengua para septiembre.
Conclusión: Gauth es un arma de doble filo
Si Gauth se enfrentase a una convocatoria de EvAU de diferentes disciplinas quizás aprobase ponderando notas de los exámenes, pero no es en absoluto una autoridad para seguir al pie de la letra. Ni para aprender de ella. Al menos, no de momento. Pero la IA está mejorando que da gusto y que este sea una app gratis con opción de evaluar la respuesta evidencia que va a seguir depurándose.
Habida cuenta de que para hacer un examen no está permitido llevar el móvil, pienso en Gauth como un ayudante para el estudio, uno muy peligroso. A lo largo de este artículo hemos visto cómo comete los fallos habituales de la inteligencia artificial: alucinaciones que pueden suponer un fallo si no prestas atención, información que pasa por buena pero que no lo es y en cuestiones que no son cerradas, un razonamiento superficial y general.
Si tienes criterio, ves la inconsistencia o el fallo; pero si no reflexionas, te lo comes. Y lo peor es que igual lo usas como base de aprendizaje. Pero es que ni siquiera tiene los procedimientos habituales aprendidos en asignaturas técnicas o de humanidades. Ojo, es un buen recurso, pero cogido con pinzas: si queremos entender y aprender de verdad, mejor preguntar al profesorado.
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Portada | Foto de Ivan Samkov en Pexels
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