China no quiere quedarse atrás en cuanto a conectividad de sus ciudadanos y empresas se refiere (a pesar de que por otra parte limite los contenidos accesibles con variadas medidas de censura) y ha promulgado una nueva ley según la cual todas las residencias de nueva construcción que se edifiquen en ciudades o pueblos con redes públicas de fibra óptica deberán ser equipadas con la preinstalación de FTTH.
De esta forma se pretende que los ciudadanos que habiten posteriormente estas viviendas lo tengan mucho más fácil a la hora de contratar este tipo de conexiones, pudiendo escoger además qué ISP les da servicio sobre la red pública.
La medida comenzará a entrar en vigor el 1 de abril de este año y las autoridades esperan que en 2015 ya haya en China más de 40 millones de familias con esta tecnología de acceso a Internet.
Vía | China Daily
