Deutsche Telekom, el mayor operador de telecomunicaciones en Alemania, ha decidido modificar la forma en la que se enrutan los paquetes para que sean más difíciles de espiar por las agencias de seguridad extrajeras. Para lograrlo quieren que todo el tráfico permanezca dentro del país el mayor tiempo posible.
Todo esto ha sido la respuesta del operador a las filtraciones del exanalista de la NSA Edward Snowden. En dichas filtraciones se informaba de que la agencia de seguridad de los EE.UU. habría conseguido interceptar más de 500 millones de llamadas, correos electrónicos y mensajes de texto del país.
A partir de ahora, los paquetes se encaminarán a través de servidores locales. De este modo esperan mantener el tráfico alemán dentro de sus fronteras para dificultar el acceso al mismo desde entidades gubernamentales extranjeras.
Deutsche Telecom espera con este movimiento recuperar la confianza de sus clientes, además, anima a otros países a crear una legislación internacional que impida este tipo de espionaje: "ahora necesitamos con urgencia el Reglamento Europeo de Protección de Datos con la finalidad de alcanzar unos estándares de protección de datos uniformes".
Vía | V3