Hace más de una década se inició en Estados Unidos un polémico caso que lleva coleando hasta hoy. Se trata de la demanda de la RIAA contra Jammie Thomas por descargar y compartir en redes P2P un total de 24 canciones.
La justicia americana le impuso una multa de 222.000 dólares, o lo que es lo mismo, unos 9.250 dólares por cada canción. Sus abogados recurrieron la sentencia y desde entonces han estado apelando hasta que por fin su caso ha llegado al Tribunal Supremo estadounidense.
La defensa del caso argumenta que se trata de una multa desproporcionada que va en contra de los derechos fundamentales de su cliente, lo que podría considerarse como inconstitucional.
Sin embargo, parece que el gobierno (o una parte de él) norteamericano no opina igual, ya que piden que se mantenga intacta la sanción por un sencillo motivo: así servirá de escarmiento para posibles futuros infractores. Como os podéis imaginar, la polémica ha saltado en Estados Unidos.
¿Es razonable una multa tan elevada? Está claro que no. Lo que tampoco parece razonable ni ético es que se tome a un ciudadano para dar ejemplo al resto (un ejemplo que por cierto se ha demostrado es inútil) imponiéndole una sanción tan espectacular que podría arruinarle económicamente para toda su vida.
Vía | Torrent Freak
