La Justicia de Massachussets da la razón a las discográficas condenando al joven Joel Tenenbaum a pagar una multa de 675.000 dólares, aproximadamente 540.000 euros, por descargar y distribuir 31 canciones infringiendo el copyright. Se piensa que este caso marcará un antes y un después con respecto a la continua y mediática lucha por el respeto a los derechos de autor.
La historia comenzó en 2003 cuando los padres de Tenenbaum, por entonces estudiante de física, recibieron una carta exigiéndoles el pago de 3.500 dólares por las descargas de su hijo. Dado que Tenenbaum no contaba con los recursos suficientes para pagar la multa, ofreció a las industrias 500 dólares en compensación. Pero las discográficas interpretaron dicho ofrecimiento como una declaración de culpabilidad y aprovecharon para dar un castigo ejemplar al joven.
Después de nueve años de desacuerdos un tribunal de Massachusset ha decidido condenar a Tenenbaum a una 22.500 dólares (18.000 euros) por canción descargada, lo que en total suponen 675.000 dólares. El estudiante afirma que es incapaz de afrontar el pago de la misma y que por ello “la lucha está muy lejos de haber terminado”.
No obstante parece ser que las posibilidades de que la sentencia varíe cada vez son menores dado que se ha considerado una infracción deliberada del copyright de las canciones. Las discográficas no sólo aplauden la decisión de la justicia americana sino que confían en que este caso, mediático donde los hayan, pondrán en sobreaviso a todos los usuarios de las descargas ilegales.
