Cuando éramos pequeños la idea de juegos educativos era muy distinta de la que tenemos ahora. Todo podía verse reducido a un laberinto en el que para atravesar puertas o matar enemigos tenías que hacer multiplicaciones y divisiones y, aunque tenía su gracia porque era lo único que había, visto con perspectiva te viene a la cabeza que probablemente no había mucho trabajo detrás en hacerlo divertido.
Por suerte los tiempos cambian, los juegos evolucionan y el concepto de educación y diversión ya no son los mismos. Como se suele decir, para muestra, un botón, en este caso 21. Una selección de grandes juegos que hacen algo más que poner a nuestros pequeños delante de una pantalla, también son capaces de educarlos, obligarlos a estrujarse el cerebro y fomentar su creatividad.
Scribblenauts
La base de Scribblenauts podría ser la de cualquier otro plataformas: mover de aquí para allá a nuestro personaje, pero detrás hay algo mucho más complejo, un sistema de objetos que responde a lo que escribimos para materializar nuestras palabras en el juego y, por ejemplo, que si una casa se está incendiando la clave para resolverlo sea escribir bombero y que un señor con manguera aparezca para salvar el día.
Civilization
Los juegos de gestión de recursos siempre son una buena forma de enseñar valores, de dar a entender a un niño que las cosas tienen su precio y que para pasar de la edad de hierro a tener una civilización con tecnología avanzada no hay que chasquear los dedos, sino recurrir a la diplomacia frente a otros pueblos para intentar crecer.
Endless Ocean
Nuestros mares y océanos a menudo nos dejan estampas bastante preocupantes en las que basuras y residuos destrozan sus ecosistemas. La respuesta de muchos a esto suele ser la de “ojos que no ven, corazón que no siente”, pero con juegos como este podemos bajar a las profundidades y estudiar y conocer la fauna marina de algunas de las regiones más cargadas de animales y plantas.
Professor Layton
La de Layton y su pupilo Luke es, sin duda, una de las sagas más aclamadas por la crítica y apoyadas por el público cada vez que llegan a las tiendas (muy pronto también a las de smartphones). ¿La razón? Conseguir que la gente se divierta y se estruje el cerebro al intentar resolver todos los acertijos y puzles que acaban llegando a tus manos conforme avanzas en la aventura.
Big Brain Academy
Famoso por haber conseguido que gran parte de los jugadores se preocupen por su edad cerebral, este juego nos invita a mejorar nuestras capacidades planteándonos retos diarios con los que, por ejemplo, se nos insta a realizar operaciones matemáticas en el mínimo tiempo posible o aprender a ejercitar nuestra mente con juegos de respuesta visual y cerebral.
LittleBigPlanet
Podría ser un simple plataformas, y de hecho ese es su aspecto, pero detrás un modo historia en el que vas atravesando pantallas como si fuese un Mario más, se esconde un complicado entramado de objetos con el que tú puedes crear tus propios niveles y compartirlos con la comunidad de jugadores para hacer de él un juego casi infinito.
Oregon Trail
Una propuesta que fue muy famosa en su tiempo y que con el paso de los años se ha ido actualizando con nuevas versiones. La idea detrás del juego es revivir la dureza de la Ruta de Oregón para los colonos que llegaron a Estados Unidos con la idea de aposentarse y crear una nueva nación, y nuestro objetivo es conseguir que eso ocurra recurriendo a la caza, la recolección y la necesidad de estar atentos a cualquier tipo de enfermedad que pueda surgir en nuestras caravanas.
Minecraft
Otro de esos títulos capaces de fomentar la creatividad hasta límites insospechados es la obra de cajas de colores apiladas que lleva varios años enamorando a millones de niños. Algo tendrá cuando hay escuelas que ya lo han adoptado como herramienta de aprendizaje, y desde luego no es sólo por la posibilidad de crear casas, sino de dar forma a conceptos tan complicados como el de una calculadora científica completamente funcional.
Spore
De la misma forma que Civilization es capaz de enseñarnos cómo avanzaron los pueblos de nuestra historia, Spore hace lo propio con la evolución. El juego nos plantea el reto de empezar como un organismo simple y sobrevivir a la lucha en la cadena de alimentos los peligros que nos rodean para seguir creciendo y evolucionando.
Drawn to Life
En este juego nos plantamos ante una estrategia muy similar a la de Scribblenauts, un plataformas en el que podemos avanzar hasta que se nos plantea un reto y, entonces, en vez de escribir se nos obliga a dibujar para dar forma a la herramienta necesaria para seguir adelante.
Book Worm
El concepto detrás de este juego de puzles es tan simple como efectivo, unir las letras de un tablón para crear palabras como si fuese un Scrabble interactivo y, con la puntuación conseguida de ellas, nuestro protagonista pueda hacer frente a los peligros que se va cruzando mientras los más pequeños luchan contra su mente por seguir encontrando combinaciones.
Portal
Podría pasar como un videojuego normal, otro título más de acción de los muchos que pueblan el panorama de la industria de los juegos, pero tras él se esconde la necesidad de comprender cada sala de pruebas para explotar la pistola de portales que llevamos y, con ella, utilizar la física, la lógica y la imaginación para superar los retos.
National Geographic Challenge
Poner a los más pequeños de la casa a jugar al Trivial puede acabar en tragedia, por lo denso que puede llegar a ser y porque las preguntas difícilmente estarán a su altura. Por suerte hay alternativas como estas en la que se aprovecha el catálogo de información, vídeos e imágenes de National Geographic para crear un juego con más de cuatro mil preguntas adaptadas a los más pequeños de la casa.
Barrio Sésamo: Érase una vez un monstruo
Si Barrio Sésamo nos ayudó a aprender a través de la televisión, imagínate lo que podría hacer si fuese interactivo. Eso es lo que propone este juego en el que los niños conocerán a los simpáticos monstruos mientras aprenden lecciones, se divierten y exploran el significado de valores como la amistad.
My Word Coach
Con la intención de crear un entrenador para mejorar nuestro flujo con los idiomas, Ubisoft lanzó al mercado una propuesta apoyada por distintas asociaciones lingüísticas de los principales países europeos en la que, mediante más de 16.500 palabras, aprendemos nuevos vocabularios que nos ayuden a expresarnos con más confianza y habilidad.
Reader Rabbit
Otro de esos programas que ha sabido adaptarse al paso del tiempo y que ha ido evolucionando hasta el día de hoy. En él se apoya a los niños de distintas edades para que aprendan a leer y deletrear con la ayuda de un simpático conejo que, a día de hoy, también toca temas como las matemáticas.
The Magic School Bus
Basada en la popular serie de animación, desde el año 94 el autobús mágico y los alumnos que van montados en él han paseado por casi cualquier concepto de aprendizaje que puedas imaginar. Han estado dentro del cuerpo humano, en la edad de los dinosaurios, explorando el océano o incluso recorriendo el mundo para conocer todos los animales que pueblan nuestro planeta.
SimCity Edu
Con la idea de aprovechar un concepto tan interesante como el de crear tu propia urbe, esta versión de SimCity para escuelas ofrece todas las herramientas posibles a los profesores para crear retos con los que su clase pueda aprender a resolver problemas siempre desde una óptica cívica y de comunión entre alumnos y los habitantes de su ciudad virtual.
Crazy Machines
Basado en las máquinas de Rude Goldberg, este juego de puzles nos invita a crear construcciones de objetos con un inicio y un final en el que la imaginación del jugador y conceptos como la física, la gravedad o la presión son la llave para superar los más de 200 puzles que se encuentran en él.
Hakitzu
Rizar el rizo es aprovechar todos las ideas que hemos ido viendo, esa mezcla entre juegos y educación que últimamente ha encontrado su máximo exponente en algo tan aparentemente complicado como enseñar a programar a los niños. En este caso se aprovecha una lucha entre robots para aprender los conceptos básicos del código mientras jugamos.
The Typing of the Dead
Cerramos con uno de los grandes clásicos de las herramientas educativas, una idea llevada al extremo en el que el clásico juego de disparos House of the Dead nos quita la pistola de las manos para colocarnos un teclado. Aquí los zombis no se matarán con balas, sino tecleando las palabras que aparezcan en pantalla para ayudar a mejorar nuestro nivel de mecanografía.
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