Entre los muchos factores que logran que una tecnología se posicione frente a otra que queda desplazada, el coste de fabricación es uno de los más importantes. En la lucha por lograr el mejor smartphone, y también el que tenga una producción menos costosa, la batalla de las pantallas está ahora mismo en el terreno del OLED. Pues desde hace meses son más baratos de producir que las LCD, al menos en las fábricas de Samsung.
Samsung es el rey del AMOLED y lo ha sido desde siempre pues fue el fabricante coreano el que desarrolló esta tecnología a partir del OLED. Las pantallas OLED con matriz activa han estado en su catálogo desde el año 2009 con el i7110, aunque Nokia dio un pequeño paso antes que ellos en el año 2008. Ahora las AMOLED se han puesto de moda y todos los fabricantes luchan entre sí por hacerse con la producción existente.
Todos quieren AMOLED flexibles
Aunque lo más correcto sería afirmar que esta moda tiene más que ver con los paneles flexibles que con los rígidos. Con los paneles que pueden curvarse para construir teléfonos sin marcos al estilo de los Galaxy. Y parte de la culpa la tiene Apple, pues su efecto "recomendador" ha causado una oleada de pedidos desde que se filtrase que el iPhone 8 tendría un panel OLED construido por su eterna competencia.
Los pedidos son tan elevados que la producción de paneles AMOLED flexibles está totalmente copada en la actualidad, y los que se quedan fuera de los envíos recurren a los paneles rígidos. Los que Samsung ha montado durante años, y que sigue montando. Así que los fabricantes chinos compiten ahora entre sí por llenar el mercado de pantallas rígidas, y la previsión para finales de 2017 es alta.
Según IHS Markit, este año se pondrán en circulación 161 millones de teléfonos móviles con pantallas flexibles y otros 286 millones de teléfonos móviles con pantallas rígidas. Lo que supondrá llegar a los 447 millones de teléfonos AMOLED en total, o casi un tercio de un mercado que en la actualidad ya supera los 1.500 millones de unidades al año, pese a encontrarse en un pequeño bache en su crecimiento. De hecho, se espera que para el 2020 el mercado OLED ya suponga el 50% de la producción mundial.
Otros pondrán también su granito de arena en esto de propagar las pantallas OLED, que no AMOLED, como es el caso de LG. Los también coreanos ya andan produciendo paneles P-OLED (OLED de plástico) para surtir al próximo LG V30 y los modelos que le sucedan. También anda en acuerdos con Apple para surtir a futuros teléfonos de los de Cupertino, pues Tim Cook no quiere atarse en exceso a Samsung y su capacidad de producción.
Parece que, poco a poco, el reinado del LCD en el móvil va terminando. Resta aún mucho para que las pantallas OLED superen en ventas a las LCD pero la balanza cada vez pesa más del lado de los diodos orgánicos. Tal vez lleguemos a ver el mismo dominio que hasta hace poco tenías las LCD, pero invertido. Siempre que no surja otra tecnología que pugne por llevarse a los fabricantes a su terreno. Aunque por ahora parece poco probable pues el mercado vira inexorablemente hacia el OLED.
Vía | Digitimes
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