Parece ser que todo el follón montado con el Antennagate ha dado sus frutos, al menos en Estados Unidos, puesto que en ese país las ventas del iPhone 4 se han reducido un 20% – en el resto del mundo se siguen vendiendo como churros -.
Esto, en sí, no es una gran noticia dado el inmenso número de artículos que se publicaron sobre el tema –también en Xataka Móvil-; es más, lo extraño sería lo contrario, pero después del tiempo transcurrido no está de más hacer un análisis en frío de lo sucedido, porque ¿creéis que fue justo?
Apple desata pasiones tanto en el bando de los fans de la compañía como en el de los que la aborrecen, pero, más allá de esta bronca interminable, hay que reconocer es que algo habrá hecho bien Apple –la usabilidad- para llegar a ser líder de mercado. No lo es en cuanto a terminales vendidas, sino donde más duele: la sección de telefonía de Apple casi duplica los beneficios de todos los demás fabricantes juntos.
Si tenemos en cuenta que las ventas de iPhones sólo suponen el 3% del total de móviles vendidos, podemos suponer que los directivos del resto de fabricantes se deben estar subiendo por las paredes.
Esta situación de dominio –para las empresas el dominio se cuenta siempre en beneficios- hace que surjan campañas, a veces espontáneas, en contra del líder, y personalmente creo que es lo que ha sucedido con el Antennagate y el iPhone 4. La razón es muy simple: después de algo más de un mes de uso no he tenido ningún problema.
El iPhone 4 no es un teléfono perfecto ni mucho menos, pero es un gran teléfono. Tiene sus fallos y sus virtudes pero, pese a tener una calidad de la llamada bastante mediocre, la cobertura no es el gran problema que querían hacernos creer. Es más, diría que mi Nexus One tiene una cobertura peor que mi iPhone 4 –pueden ser mis teléfonos, pero no soy la única que lo ha notado -.
Es cierto que se pueden reproducir los resultados que se ven en los vídeos del Antennagate, pero no es fácil, lo que inevitablemente afecta a la credibilidad de las noticias que hicieron tanto énfasis en esos hechos desprestigiando el terminal.
De todos modos os propongo un ejercicio de memoria: recordad las circunstancias de las últimas ‘noticias bomba’ del iPhone –también recomiendo hacerlo ante todas las noticias potencialmente disruptivas sobre cualquier tema-.
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