A pesar de que el pasado mes de abril el Europarlamento aprobó por una mayoría abrumadora, 534 votos a favor de un total de 751, el fin del roaming para el 15 de diciembre de este mismo año cada día parece más claro que ese sueño tendrá que esperar. Conocida es la oposición de los operadores, pero estos también tienen importantes aliados.
Se trata de los países que más turistas reciben, con España a la cabeza. El hecho de ser destinos turísticos supone que los operadores locales reciben importantes ingresos gracias a esos visitantes, ingresos que menguarían en caso de desaparecer el sobrecargo del roaming. Es por ello que aunque públicamente España se ha mostrado a favor del fin del roaming en el fondo está buscando una alternativa.
El hecho de recibir millones de turistas al año hace de España, o más bien de sus operadores con red, un buen negocio para el modelo actual de roaming. De ello se benefician los países con más visitantes, aunque en ocasiones también puede suponer un problema, al verse los operadores obligados a reforzar sus redes allá donde se concentran grandes cantidades de turistas en verano.
Otro de los argumentos de los representantes españoles es que el coste de dar servicio a esos visitantes no puede ser asumido por los operadores locales, por lo que habría que buscar una manera de repartirlos. Es por ello que estos países, con algún que otro actor invitado, se oponen a la desaparición completa del roaming que se aprobó dentro del paquete de medidas Connected Continent.
El objetivo no sería otro que cambiar la eliminación completa de dicho concepto por una nueva bajada gradual de los costes en roaming, como la que se ha llevado a cabo en los últimos años. Lo que parece claro después de escuchar en varias ocasiones a los operadores y reguladores es que el fin del roaming europeo prometido para este año no llegará.
Vía | El Diario
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