Uno de los grandes debates que no falta nunca a la presentación de cada nuevo líder de catálogo es el de su precio. El fabricante suele dar el precio del mismo en el origen, en su país natal, esté construido donde esté construido. Una vez hecho esto, depende ya de cada región facilitar el precio al que estará disponible cuando empiece a cruzar fronteras.
Así pues, ¿cómo trata cada gran fabricante los cambios de moneda cuando comercializa sus flagships en Europa? Vamos a hacer un repaso por los principales que llegaron al mercado entre finales del pasado año y el comienzo de este 2016. Compararemos los precios americanos con los precios en Europa para ver qué juego practica cada fabricante.
Precios EEUU vs Precios Europa
Antes de comparar los precios entre ambos territorios y ofendernos muy fuerte, hemos de tener en cuenta cómo funciona la publicación de precios a ambos lados del Atlántico. En Estados Unidos los precios se anuncian sin impuestos, pues cada Estado aplica después los que rigen dentro de sus fronteras. En Europa, sin embargo, los precios se publican por país y con impuestos incluidos.
Así, cuando vemos anunciado un precio en España que no concuerda con el precio norteamericano no sólo aplica el cambio entre dólares y euros sino también que en nuestro país gravamos con un 21% cada artículo que se comercializa, y los teléfonos móviles no escapan al IVA. Es por ello que existen tantas diferencias entre unos y otros. Una cuestión de impuestos.
Los flagships a ambos lados del océano
Veamos cómo se ha comportado cada fabricante con el lanzamiento de sus terminales estrella. Los fabricantes Android tienden a reducir sus precios una vez que el móvil tiene cierto recorrido así que nos basaremos en los precios anunciados de salida para cada uno de ellos. ¿A qué precio se han lanzado los flagships que dominan el mercado o están llamados a hacerlo?
Precio EEUU ($) | Precio EU (€) | Cambio actual + IVA (€) | Tipo de cambio aplicado (€) |
|
---|---|---|---|---|
iPhone 6s | 649 | 749 | 691 | x1,15 |
Samsung Galaxy S7 | 699 | 719 | 744 | x1,02 |
LG G5 | 630 | 699 | 670 | x1,10 |
HTC 10 | 699,99 | 749 | 745 | x1,07 |
Huawei P9 | No disponible | 599 | No disponible | No disponible |
Nexus 6P | 499 | 649 | 531 | x1,30 |
BlackBerry Priv | 649 | 779 | 691 | x1,20 |
Microsoft Lumia 950 | 549 | 599 | 585 | x1,09 |
La norma, aumentar el precio
Si observamos la tabla superior, las dos últimas columnas corresponden al precio en dólares convertido a euros con el cambio actual (0,88) y aumentado con el 21% de IVA que se aplica en nuestro país. Dicho precio sería el justo si el fabricante decidiese no variarlo entre territorios, así que la última columna corresponde al tipo de cambio aplicado por cada fabricante para decidir el precio europeo. De nuevo se ejemplifica cómo se rompió el cambio 1:1 entre euros y dólares que estábamos acostumbrados a ver.
Una vez hacemos los cálculos nos damos cuenta de que la norma en todos los fabricantes es aumentar el precio una vez que sus móviles cruzan las fronteras europeas. En mayor o menor medida, y pudiendo achacarse a transportes y otros cargos no revelados, un móvil aumenta de precio al llegar a España, y el caso más extremo lo encontramos en el Nexus 6P con un tipo aplicado del 1,30. Es decir, un 30% más caro en Europa que en EEUU.
En el caso opuesto está Samsung, el único de los grandes fabricantes contemplados en esta comparativa que ha aplicado una rebaja en su terminal estrella, en lugar de una subida. El Samsung Galaxy S7 cuesta en España 35 euros menos de lo que debería costar si aplicásemos el cambio directo, llevando a cabo Samsung un cambio de únicamente del 1,02, un 2% de subida. Guste más o guste menos, minipunto para el equipo de los coreanos.
Cada territorio, normas distintas
Podemos concluir que los fabricantes no hacen cambios naturales entre monedas a la hora de comercializar sus teléfonos en los distintos países. Los precios se ajustan al mercado en el que se encuentren, interviniendo también los acuerdos con las operadoras que pueden querer que el precio del modelo libre se infle para así empujar a los usuarios hacia sus tarifas.
Siempre nos quedará la posibilidad de importar los teléfonos (cuando las bandas LTE son compatibles) aunque en muchas ocasiones esta práctica no compensa, pues al transporte hay que sumar las aduanas y la ausencia de garantía en algunos casos. Así pues, asumámoslo. Unas veces saldremos beneficiados y otras perjudicados, pero todos los fabricantes trabajan de la misma manera.
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