La semana pasada ya se sabía que BenQ planeaba vender sus plantas de fabricación, ahora BenQ prevé declarar insolvente su división alemana de telefonía móvil, adquirida a Siemens el pasado año y que emplea a 3.000 personas.
Aunque BenQ afirmó que había una posibilidad muy pequeña de que se recuperara esa división, también dijo que no haría más inversiones en Alemania, donde cuenta con dos centros de producción y 1600 trabajadores, y su sede central con 1400. Las pérdidas ascendieron a 810 millones de euros.
Tras la adquisición de Siemens y su fusión con BenQ, el plan de reestructuración llevado a cabo ya incluyó el despido de 500 empleados. También se encuentran bajo estudio las actividades en Brasil, y en mayo las instalaciones de Siemens en Dinamarca fueron vendidas a Motorola.
Vía | aecomo